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Importar combustibles en 2025: SENER abre la vía '1 año / 1 millón' y digitaliza el permiso para personas morales

Importar combustibles en 2025: SENER abre la vía '1 año / 1 millón' y digitaliza el permiso para personas morales

SENER habilitó un permiso digital de importación por hasta 1 año y 1 millón de unidad de medida. Requisitos clave, tiempos (12 días hábiles) y errores que frenan tu trámite.

Las empresas que importan gasolinas, diésel y otros petrolíferos ya tienen una opción más predecible: un permiso digital con vigencia de hasta 1 año y volumen tope de 1 millón (en la unidad de medida de la fracción arancelaria). El trámite es en línea, con respuesta estimada de 12 días hábiles y sin costo de gestión ante la autoridad. En un mercado con diferenciales regionales y logística ajustada, el cambio reduce fricción operativa y obliga a profesionalizar expedientes.

El nuevo esquema no es una liberalización, sino una estandarización de ventanilla: personas morales con objeto social vinculado pueden solicitar el permiso anual, siempre que documenten origen, cadena de suministro y destino final del producto. El expediente enfatiza trazabilidad —fabricante, almacenistas, transportistas y clientes—, justificación de volumen y vigencia, puntos de internación y composición fisicoquímica. Para el importador serio, la ventaja es planear compras, slots en terminales y coberturas con un horizonte de 12 meses, evitando el rezago administrativo de ventanas cortas.

En paralelo, coexisten fichas para volúmenes mayores y otros horizontes de tiempo. La regla práctica es simple: elige la vigencia por tu ciclo real de compra y logística, no por la ambición de aforar más; autorizar más de un permiso por fracción y NICO es posible si cumples requisitos y trazabilidad. El mensaje subyacente de política pública es claro: compliance primero; después, flexibilidad sobre el volumen.

Para el día a día, el punto fino está en el escrito bajo protesta que acompaña la solicitud. Ahí viven los rechazos: fracción arancelaria mal cartografiada, NICO incorrecto, descripciones incompletas, o puntos de internación ambiguos (aduana, recinto fiscalizado o lugar distinto autorizado). Ese documento es también la carta de navegación frente a auditorías: si el papel dice una cosa y la operación hace otra, la contingencia legal es inmediata.

Otro cambio cultural es asumir que el permiso anual no suple obligaciones sectoriales: calidad de producto, seguridad industrial, ambientales, pedimentos y rastros digitales deben alinearse con lo declarado. El importador que invierte un día en ordenar RFCs, poderes, contratos de suministro/almacenamiento/transporte y matrices de clientes, se ahorra semanas después en aclaraciones.

Qué cambia para tu operación (y qué no)

  • Planeación: compras y slots pueden calendarizarse por trimestres con respaldo del permiso anual.

  • Capacidad de reacción: al tener la autorización vigente, bajas el riesgo de quedarte sin marco legal ante disrupciones logísticas.

  • Obligaciones: no cambia la vara de cumplimiento; documentación y coherencia entre permiso, pedimento y realidad operativa siguen siendo el eje.

Tres pasos para no perder el permiso en la mesa (práctico, directo)

  1. Cartografía arancelaria perfecta: valida fracción y NICO contra la descripción comercial y la ficha técnica del producto.

  2. Cadena trazable: adjunta contrato(s) y datos completos de fabricante, proveedor, almacenista, transportista y clientes; que tu ERP “cuadre” con el escrito.

  3. Punto de entrada y volumen con lógica: define aduana/recinto/lugar distinto y justifica volumen y vigencia con tu histórico; evita pedir más de lo que moverás.

La ventanilla anual “1 año / 1 millón” es menos espectáculo y más oficio: quita ruido al importador cumplido y encarece el atajo. Quien documenta bien, opera mejor y más barato.

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