El gobierno federal da un giro radical al cancelar el proyecto AztechSat con la NASA tras eliminar la Agencia Espacial Mexicana. ¿Modernización o retroceso tecnológico?
El gobierno de Claudia Sheinbaum acaba de lanzar al vacío una década de cooperación científica internacional. La cancelación abrupta del proyecto Constelación AztechSat con la NASA -que incluía 5 nanosatélites mexicanos- tras eliminar la Agencia Espacial Mexicana (AEM), ha dividido a la comunidad científica entre quienes lo ven como un acto de soberanía y quienes lo califican de suicidio tecnológico.
20 especialistas despedidos (algunos sin liquidación)
Convenios rotos con NASA, ONU y agencias europeas
Universidades afectadas: UNAM, UNAQ, UP y otras 3
Inversión perdida: 180 mdp en desarrollos tecnológicos
"Es como quemar un puente cuando apenas vas a mitad del camino", critica un ingeniero aeroespacial bajo anonimato. Mientras la ATDT (que absorbe a la AEM) habla de "fortalecer el enfoque nacional", expertos señalan que:
México pierde acceso a tecnología lunar del programa Artemis
Se desperdicia capital humano especializado
Queda fuera de la economía espacial global (valorada en 469 mil mdd)
Los que apoyan:
Buscan soberanía tecnológica real
Critican que la AEM era "maquiladora espacial" de EE.UU.
Prometen sistema satelital propio
Los que protestan:
Señalan que ningún país abandona alianzas espaciales
Advierten que Mexsat tiene 3 satélites obsoletos
Denuncian que no existe plan B para los proyectos cancelados
La gran ironía: Esto ocurre cuando el Plan México prometía aumentar 10% la participación nacional en la industria espacial. ¿Cómo sin socios internacionales?
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