CFE moderniza sistema hidroeléctrico en Chiapas: energía limpia, eficiencia y soberanía desde el río Grijalva

La directora general de la CFE, Emilia Calleja, supervisó los avances en la modernización de las hidroeléctricas La Angostura y Chicoasén II en Chiapas. Estas obras son clave para fortalecer la generación renovable en el sureste del país.

CFE moderniza sistema hidroeléctrico en Chiapas: energía limpia, eficiencia y soberanía desde el río Grijalva

En un momento en que el país busca diversificar su matriz energética y reducir su dependencia del gas natural, Chiapas emerge como un pilar estratégico. Esta semana, la directora general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Emilia Calleja Alor, encabezó una visita técnica a dos de los proyectos hidroeléctricos más relevantes del sureste: La Angostura y Chicoasén II.

Ambas instalaciones forman parte del Sistema Hidroeléctrico Grijalva, una red de generación que ya abastece a millones de personas en el sur y centro del país, y que ahora se moderniza para aumentar su eficiencia, extender su vida útil y generar más energía sin construir nuevas presas.

La Angostura: más potencia, misma infraestructura

En la Central Hidroeléctrica Belisario Domínguez “La Angostura”, la CFE está renovando cinco generadores, cinco turbinas, cinco transformadores y sistemas auxiliares. Esta modernización permitirá incrementar su capacidad instalada de 900 a 1,000 MW, y generar 260 GWh adicionales al año, sin alterar el ecosistema ni requerir nuevas obras civiles.

Durante su recorrido, Calleja estuvo acompañada por directivos de las áreas de Operación, Ingeniería y Generación, quienes destacaron que esta intervención es parte del Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025–2030, impulsado por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Chicoasén II: nueva generación, mismo río

El segundo punto de la visita fue el proyecto Chicoasén II, una nueva central que se integrará al sistema Grijalva junto a Peñitas, Malpaso, La Angostura y la original Chicoasén. Esta planta utilizará tres turbinas tipo bulbo, tres reguladores de velocidad y tres generadores, para inyectar 240 MW adicionales a la red nacional.

Se espera que entre en operación entre finales de 2026 e inicios de 2027, y aprovechará el caudal del río y el flujo proveniente de las turbinas de Chicoasén, sin necesidad de represar más agua.

Hidroeléctricas: el otro rostro de la transición energética

Mientras la atención pública se ha centrado en las nuevas plantas de ciclo combinado —como las de Altamira o Mérida—, la CFE ha mantenido una estrategia silenciosa pero efectiva: modernizar su parque hidroeléctrico.

Estas acciones permiten:

  • Aumentar la generación sin construir nuevas presas.
  • Reducir emisiones contaminantes.
  • Mejorar la eficiencia operativa.
  • Asegurar el suministro en regiones de alta demanda.

Chiapas: energía, agua y territorio

La región del río Grijalva es uno de los ejes estratégicos de generación renovable en México. Con una capacidad instalada de 4,800 MW en el sistema Grijalva, Chiapas no solo abastece a ciudades como Tuxtla Gutiérrez o Tapachula, sino también a estados como Oaxaca, Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y zonas del centro del país.

Este potencial convierte a Chiapas en un territorio clave para la soberanía energética, donde el agua no solo riega cultivos, sino que alimenta la red eléctrica nacional.

Modernizar sin expandir, generar sin contaminar

La visita de Emilia Calleja a Chiapas no fue un acto simbólico. Fue una señal clara de que la CFE está apostando por una transición energética con raíces en la infraestructura existente, donde la modernización sustituye a la expansión desmedida, y donde la eficiencia se convierte en la nueva frontera de la generación eléctrica.

En un país que aún depende en gran medida del gas natural, las hidroeléctricas modernizadas son una reserva estratégica de energía limpia, confiable y soberana.

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