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Descubre cómo los altos precios de gasolina en Acámbaro, Guanajuato, están afectando a los usuarios, quienes exigen regulación para que se respeten los rangos establecidos por el gobierno.
Acámbaro, Guanajuato. El tema del precio de los combustibles ha encendido los ánimos en este municipio del sur de Guanajuato. Mientras las autoridades federales, encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, han anunciado que el precio de la gasolina regular (Magna) debe mantenerse entre 23 y 24 pesos por litro, la realidad en las estaciones de servicio de esta localidad es otra.
En un recorrido por distintas gasolineras de la región, se comprobó que el litro de Magna se comercializa hasta en 25.34 pesos, y la Premium alcanza los 26.27 pesos. Estas cifras están lejos de respetar los rangos establecidos por el gobierno, generando una ola de molestia entre los usuarios que día a día ven cómo el combustible impacta negativamente en su bolsillo.
Los ciudadanos acambarenses han expresado su descontento, señalando que estos aumentos son injustos e insostenibles. “No es posible que en un municipio tan pequeño estemos pagando precios más altos que en ciudades grandes”, comenta Gabriela López, residente del lugar.
Aunque la Profeco ha implementado estrategias para identificar irregularidades en estaciones de servicio, como el programa “Quién es quién en los precios de los combustibles”, los consumidores aseguran que las medidas son insuficientes. En el caso de Acámbaro, los precios más altos parecen haberse normalizado entre las gasolineras locales, dejando a los ciudadanos sin alternativas.
Desde una de sus conferencias matutinas, Sheinbaum enfatizó la necesidad de mantener el precio del combustible en rangos accesibles, destacando que el rango propuesto busca beneficiar al consumidor final y evitar abusos. Sin embargo, estas indicaciones parecen haberse diluido en la práctica, al menos en algunos municipios como Acámbaro.
Entre los habitantes de Acámbaro, el clamor es unánime: regular los precios de manera más estricta y garantizar que se respeten las políticas establecidas por el gobierno federal. Asimismo, muchos exigen mayor supervisión de las autoridades correspondientes y sanciones claras para las estaciones que incumplan.
“Es una falta de respeto. Sabemos que no hay competencia real, pero eso no significa que tengamos que pagar lo que ellos quieran”, expresó Arturo Martínez, otro habitante afectado por los altos costos.
Mientras las autoridades locales y federales resuelven esta problemática, los usuarios de combustibles en Acámbaro siguen padeciendo los efectos de estos precios inflados. A pesar de la presión ciudadana, hasta ahora no se han anunciado medidas concretas para resolver esta situación. Sin embargo, la esperanza de los habitantes es que pronto se adopten políticas más estrictas para proteger a los consumidores.
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Experto en análisis de datos y regulaciones, con enfoque en IA y transformación digital. Apasionado por simplificar procesos complejos.
