Pemex envenena niños: Estudio revela 84% más malformaciones en zonas contaminadas

Investigación de CEMDA expone vínculo entre quema de gas de Pemex y malformaciones, partos prematuros y muertes en Tabasco. Historias devastadoras.

Pemex envenena niños: Estudio revela 84% más malformaciones en zonas contaminadas

En las comunidades cercanas a refinerías de Tabasco, el aire huele a advertencia. Francisca, una mujer de cabello cano y ojos cansados, señala los pinos negruzcos frente a su casa: "Antes los ríos eran transparentes. Ahora el agua es espesa y dormimos con olor a gas". Su testimonio es el rostro de un estudio demoledor del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) que vincula la contaminación de Pemex con aumentos del 84% en malformaciones congénitas y 87% en anomalías cromosómicas en recién nacidos.

El infierno silencioso del flaring

A lo lejos, las llamas del mechero parecen parte del paisaje. Pero esa quema constante de gas - llamada flaring - libera cócteles tóxicos de metano, benceno y dióxido de azufre que atraviesan pulmones y placentas. Mientras Noruega captura y reutiliza este subproducto, en México el 80% se quema en el sureste, a menudo a menos de un kilómetro de escuelas y viviendas.

"Encerramos a los niños porque el olor se cuela por todo", confiesa una maestra de Nuevo Torno Largo bajo anonimato. "Cuando el mechero arde fuerte, ni adentro estamos seguros". Don Ovidio, vecino de la zona, resume la tragedia: "Hay más cáncer, más niños malformados, más partos a los siete meses. Eso no pasaba antes".

Los números que estremecen

El estudio de CEMDA y Carto Crítica documenta patrones alarmantes:

"Los padres solo dicen: 'Vivimos cerca del mechero'", revela una enfermera de Cunduacán mientras revisa a un niño con lesiones cutáneas inexplicables. Juan Manuel Orozco de Conexiones Climáticas añade: "En Paraíso y Dos Bocas, los partos prematuros ya ni sorprenden. Se volvieron norma".

La paradoja mortal: Gasoductos vacíos, mecheros encendidos

Lo más indignante - señalan los investigadores - es que el 90% de estos puntos de quema están junto a gasoductos operativos. Pemex podría canalizar el gas en vez de quemarlo, pero opta por el camino barato y letal. "Es un crimen de cálculo económico", denuncia Andrea Cerami, coordinadora de CEMDA. "Prefieren pagar multas irrisorias que invertir en tecnología que Noruega usa desde los 90".

Mientras tanto, Francisca acuna a su nieta de tres años, cuya tos crónica resuena en la noche tabasqueña. "Su papá murió con los pulmones negros. Nunca fumó, pero respiró Pemex toda la vida".

¿Existe solución? Expertos señalan que México podría reducir el flaring en 18 meses con:

  1. Instalación de compresores móviles

  2. Reconexión a gasoductos subutilizados

  3. Multas proporcionales al daño sanitario

  4. Monitoreo en tiempo real con sensores comunitarios

Pero mientras no haya voluntad política, el mechero seguirá ardiendo... y los niños seguirán naciendo enfermos.

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