La cancelación de la Licitación IFT-12 y el encarecimiento del espectro frenan la competitividad de México en telecomunicaciones. Mientras países como Brasil y Uruguay avanzan con mayor asignación de frecuencias, el mercado nacional se congela, provocando un rezago en la adopción de 5G y la posible fuga de inversiones.
Ciudad de México, 08 de enero de 2025 – Mientras el mundo avanza a toda velocidad en materia de telecomunicaciones, México parece pisar el freno. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) había anunciado la Licitación IFT-12, cuyo objetivo era subastar 2,223 bloques de espectro para servicios de telefonía e internet móvil, incluida la 5G. Sin embargo, la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) confirmó que este proceso se detendrá debido a la inminente desaparición del IFT, dejando al país en una incómoda pausa regulatoria.
Javier Juárez Mojica, presidente del IFT, advirtió que el panorama no pinta bien: “Nos estamos quedando rezagados. Si se retrasa la licitación o se ofertan frecuencias con costos muy altos, es probable que nadie las quiera”, comentó. La preocupación deriva de la urgencia de asignar espectro adicional para robustecer redes de próxima generación (4G, 5G y más), que requieran más espacio para ofrecer servicios de calidad.
De acuerdo con la asociación 5G Americas, México cuenta con 500.77 MHz asignados a servicios móviles, cifra por debajo del promedio latinoamericano de 544.1 MHz. Esto contrasta con países punteros como Brasil, que acumula 1,040.3 MHz, o Uruguay, con 815 MHz. Para Juárez Mojica, las tarifas impuestas para adquirir espectro en México lo hacen menos atractivo, en un contexto global donde las empresas eligen invertir en naciones más competitivas.
Lo cierto es que la industria ya ha mostrado desencanto: Telefónica (Movistar) devolvió todo su espectro en 2020, aliándose con AT&T para usar su red, y esta última también regresó parte del suyo en la banda de 800 MHz, buscando disminuir costos. Con un espectro costoso y un mercado que pinta incierto, el país pierde brillo frente a inversionistas que podrían apostar por otras regiones.
Mientras la ATDT alega que la próxima licitación debe enmarcarse en un nuevo enfoque de cobertura social, analistas señalan que cada día que pasa sin asignar espectro es un día perdido para reducir la brecha digital y ofrecer mejor servicio. El reto consiste en hallar un balance entre el recaudar fondos y el fomentar la adopción de redes de vanguardia que impulsen la competitividad de México en la era digital.
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