Descubre cómo México y Canadá trabajan juntos para fortalecer la economía de América del Norte, impulsando inversiones, innovación y colaboración estratégica en sectores clave como energía, tecnología y agroindustria.
Ciudad de México, 13 de enero de 2025. Este 15 de enero, la capital mexicana será el escenario de un importante encuentro entre líderes del sector empresarial de México y una delegación del Consejo Empresarial de Canadá. Este evento marca un hito como la primera reunión oficial bajo la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, enfocándose en fortalecer las relaciones comerciales y las cadenas de suministro en la región.
En un contexto marcado por cambios políticos en América del Norte, este encuentro busca consolidar la cooperación entre ambos países en sectores clave como servicios financieros, energía, industria automotriz, manufactura, agroindustria y tecnología.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), anfitrión del evento, destacó que esta reunión será clave para construir un futuro comercial más competitivo y sostenible. El intercambio comercial entre México y Canadá, dos de los principales socios en el marco del T-MEC, representa una oportunidad para consolidar alianzas estratégicas.
"Este tipo de encuentros no solo fortalecen las cadenas de suministro, sino que también catalizan nuevas inversiones y alianzas que garantizan el desarrollo económico de la región", mencionó Máximo Vedoya, representante del CCE.
La delegación canadiense estará compuesta por altos ejecutivos de empresas líderes en sectores estratégicos que ya operan en México. Durante el evento, se analizarán retos comunes, como la digitalización, el desarrollo tecnológico y la innovación en energías renovables, aspectos que prometen transformar el panorama económico regional.
Entre los objetivos principales del foro se encuentran:
El CCE subrayó que la integración económica de América del Norte es crucial para enfrentar los desafíos de un mercado global cambiante y mantener la competitividad frente a bloques económicos como Asia y Europa.
Esta colaboración es vista como un paso firme hacia un hemisferio occidental más integrado y competitivo, con cadenas de suministro compartidas que favorecen tanto a las grandes empresas como a las pequeñas y medianas empresas (pymes).
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