La empresa dueña de Facebook e Instagram asegura energía limpia para su futuro tecnológico. ¿Cómo impactará este movimiento al sector energético?
En una jugada que combina innovación y sostenibilidad, Meta —la gigante detrás de Facebook, Instagram y WhatsApp— acaba de firmar un acuerdo histórico con Constellation Energy. Durante los próximos 20 años, comprará energía nuclear generada en la planta de Clinton, Illinois, para alimentar sus ambiciosos proyectos de inteligencia artificial (IA). El pacto, valorado en "miles de millones de dólares" según Constellation, marca un punto de inflexión en cómo las tecnológicas abordan su creciente sed de electricidad.
A partir de junio de 2027, Meta absorberá 1.1 gigavatios de la producción total del complejo Clinton, suficiente para abastecer a cerca de 800,000 hogares. Aunque la energía no llegará directamente a sus centros de datos, sí garantizará que la red regional que los alimenta sea 100% limpia. Urvi Parekh, director de energía global de Meta, lo resume así: "Sin electricidad confiable y sostenible, nuestra revolución de IA se queda en el intento".
El acuerdo es vital para Constellation: financiará la modernización de la planta y extenderá su vida útil. "Es una inyección de capital que asegura operaciones por dos décadas", destacó Joe Domínguez, CEO de la energética. Tras el anuncio, las acciones de Constellation subieron casi 12%, reflejando la confianza de los inversionistas.
La inteligencia artificial consume energía como pocas tecnologías en la historia. Entrenar un solo modelo avanzado de IA puede gastar más electricidad que 100 hogares en un año. Ante esto, Meta busca soluciones de base firme:
Estabilidad: La energía nuclear provee flujo constante (a diferencia de fuentes intermitentes como solar/eólica).
Escalabilidad: Un reactor como Clinton genera 20 veces más energía que el parque eólico promedio de México.
Cero emisiones: Coincide con la meta corporativa de carbono neutral para 2030.
No es un caso aislado: en 2023, Microsoft pactó con Constellation para reactivar la planta Three Mile Island, famosa por el accidente de 1979. La tendencia es clara: la industria tech ve en la fisión nuclear un "caballo de batalla" para su futuro.
El movimiento tiene ramificaciones globales:
Geopolítica: Reduce dependencia de combustibles fósiles en plena volatilidad de mercados.
Empleo: Mantendrá cientos de puestos especializados en Clinton.
Innovación: Podría acelerar desarrollos de reactores modulares pequeños (SMRs).
Expertos advierten desafíos: "La energía nuclear es limpia pero no barata. Las tecnológicas deberán absorber esos costos sin trasladarlos a usuarios", señala un informe de BloombergNEF.
Aunque el acuerdo ocurre en EE.UU., sienta un precedente para países como México, donde proyectos como el Centro Nuclear de Laguna Verde podrían atraer inversiones similares. "Si las empresas exigen energía limpia y estable, México debe repensar su matriz energética", comenta un analista de AI Regula Solutions.
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