La nueva Ley General de Aguas (LGA) entra en vigor con un cambio de paradigma: el agua se consolida como derecho humano, se centralizan concesiones y reasignaciones en Conagua, y se establece una Estrategia Nacional Hídrica multidecenal. Para el sector energético, esto implica mayor trazabilidad de consumos y descargas, prioridad del uso humano sobre usos industriales en zonas de estrés hídrico, y la necesidad de capex en eficiencia hídrica (enfriamiento seco/híbrido, reuso, ZLD) y compliance reforzado.
La reforma
- Objeto legal: Reglamentar el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, distribuyendo competencias entre Federación, estados y municipios.
- Rectoría estatal: Conagua asume un rol ampliado en administración, otorgamiento, revisión y reasignación de títulos.
- No mercantilización: Se prohíbe la venta o transferencia de concesiones entre particulares; cualquier ajuste de volúmenes o usos deberá gestionarse ante Conagua.
- Planificación nacional: La Estrategia Nacional Hídrica fijará metas a 10, 20, 40 y 60 años, con revisiones decenales y ajuste obligatorio de programas nacionales, regionales y por cuenca.
Cinco cambios clave que afectan a energía
- Prioridad de usos: En situaciones de estrés hídrico, el abastecimiento para consumo humano y saneamiento prevalecerá sobre usos industriales, presionando la operación continua de termoeléctricas, refinerías y minas.
- Títulos y trazabilidad: Nuevo esquema de registro y auditoría de volúmenes, usos y descargas; los proyectos deberán demostrar uso conforme al título y medición certificada.
- No transferibilidad privada: La flexibilidad para mover derechos de agua entre activos se elimina; expansiones o relocalizaciones demandan reasignación oficial.
- Metas multidecenales: Planes de inversión y localización de activos deberán alinearse con la Estrategia Nacional y los programas de cuenca.
- Continuidad mínima del servicio: Los organismos operadores no podrán suspender totalmente el suministro por falta de pago; en emergencias, podría reorientarse agua desde usos industriales al mínimo básico doméstico.
Impacto por subsector
Hidrocarburos (upstream/midstream/downstream)
- Upstream: Mayor control de usos consuntivos e inyección de vapor, exigencia de balances hídricos, monitoreo continuo y planes de reuso.
- Refinación y petroquímica: Plantas de alta huella hídrica deberán reconfigurar enfriamiento, recirculación y tratamiento avanzado; posibles topes de extracción en cuencas críticas.
- Logística: Terminales y ductos reforzarán compliance hídrico (manejo de efluentes, captación y descargas) bajo mayor fiscalización.
Eléctrico (termoeléctricas, hidroeléctricas, geotermia)
- Termoeléctricas: Tendencia a enfriamiento seco/híbrido y ZLD; contratos de agua residual tratada como suministro alternativo en regiones urbanas/industriales.
- Hidroeléctricas: Expectativa de caudales ecológicos más estrictos y coordinación con programas de cuenca que afecten curvas de embalse y despacho estacional.
- Geotermia: Refuerzo de reinyección y control de descargas; mayores requerimientos de monitoreo y reporte.
Minería energética y minerales críticos
- Mina–cuenca: Auditoría hídrica integral (captaciones, drenajes ácidos, descargas) y transición a circuitos cerrados; el acceso a volúmenes nuevos dependerá del desempeño y de la prioridad de uso humano.
Riesgos y cumplimiento (compliance)
- Restricción de volúmenes: Posible reducción temporal de agua para usos industriales en contingencias, afectando curvas de carga y PPA.
- Bancabilidad: La seguridad hídrica será criterio de crédito: se exigirá medición, reporte y verificación (MRV), planes de contingencia y fuentes alternativas.
- Sanciones: Endurecimiento contra desvíos de uso, subdeclaración y descargas irregulares; necesidad de auditorías hídricas y certificaciones.
- Gobernanza técnica: Publicación de Reglas de Operación para los Comités de Normalización (eléctrico, hidrocarburos, transición) acelerará NOMs de eficiencia hídrica y descargas.
Estrategias de mitigación y oportunidad
- CapEx hídrico inteligente:
- Enfriamiento seco/híbrido, ZLD y recirculación.
- Osmosis inversa con recuperación energética y biotratamiento avanzada.
- Abasto alterno:
- Contratos de agua residual tratada con municipios/operadores.
- Desalación para activos costeros con integración renovable y almacenamiento térmico.
- Optimización regulatoria:
- Alineación a la Estrategia Nacional y participación activa en comités de normalización.
- Due diligence hídrico en M&A y expansión: verificación de títulos, usos y riesgo de cuenca.
- ESG y transparencia:
- Integración de KPIs hídricos al tablero corporativo y reportes; auditorías independientes y MRV.
Qué sigue para operadores energéticos (hoja de ruta 90–180 días)
- Mapa de riesgo hídrico por activo: Semaforizar cuencas y nodos operativos; identificar cuellos de botella y planes de contingencia.
- Revisión de títulos y usos: Asegurar estricto apego al uso autorizado; preparar gestiones de reasignación donde sea necesario.
- Proyectos piloto de reuso/ZLD: Seleccionar sitios críticos para demostraciones de reducción de consumo y descarga.
- Gobernanza y NOMs: Nombrar responsables internos para seguimiento de procesos de normalización y construcción de evidencia técnica.
- Comunicación con autoridades: Abrir canales de coordinación temprana con organismos operadores y autoridades hídricas y ambientales.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Puedo transferir un título de agua a otra planta del grupo?
No. Las concesiones no pueden transferirse entre particulares; cualquier cambio requiere reasignación por Conagua.
¿Se respetan los derechos adquiridos?
Sí, pero bajo trazabilidad y uso conforme al título; la autoridad podrá revisar y ajustar en función de prioridades y metas de cuenca.
¿Cómo afecta esto a mi financiamiento de proyecto?
Los financiadores priorizarán seguridad hídrica verificada, plan de eficiencia y contingencias; sin eso, la bancabilidad se reduce.