Empresas gasolineras en México: ¿Regreso a Pemex o guerra de precios con daño colateral?

Un polémico acuerdo para fijar precios de gasolina desata tensiones en el sector: mientras Pemex acumula pérdidas millonarias, empresas privadas evalúan su permanencia.

Empresas gasolineras en México: ¿Regreso a Pemex o guerra de precios con daño colateral?

El acuerdo para mantener la gasolina regular por debajo de 24 pesos por litro —un intento del gobierno por contener la inflación— está dejando más que consumidores aliviados. Según Jorge Mijares, expresidente de Onexpo Nacional, esta medida podría ser un "caballo de Troya" para presionar a empresas gasolineras privadas a regresar al cobijo de Pemex, revirtiendo la apertura del mercado lograda en 2018.

El imán de las TAR de Pemex

Mijares apunta a las Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR) como el gancho clave. Estas instalaciones ofrecen costos integrados (producción, transporte e impuestos) que, según él, son hasta un 15% más bajos que los de operadores privados. "Es como si Pemex les dijera: ‘Aquí hay margen, pero bajo mis reglas’", explica.

Sin embargo, Enrique Félix Robelo, actual líder de Onexpo, desmiente que exista una estrategia oculta. Asegura que el pacto es voluntario y que el 90% de los gasolineros lo respaldan para evitar "especulación en tiempos difíciles". Pero admite que su éxito dependerá de variables externas: el barril de petróleo —que ronda los 80 dólares— y los costos logísticos, hoy encarecidos por la inseguridad en carreteras.

El mercado ilegal

Mientras el debate sigue, un problema viejo carcome al sector: uno de cada tres litros de gasolina en México tiene origen ilícito, según Víctor Hugo Arellano, director técnico de Onexpo. El "huachicol fiscal" —combustible robado o adulterado— no solo evade impuestos, sino que distorsiona los precios legales. "Es como correr una carrera con un pie amarrado: mientras no frenemos esto, cualquier pacto será insuficiente", advierte.

Pemex: ¿Beneficiado o perjudicado?

Paradójicamente, el mayor afectado parece ser Pemex. La estatal ha absorbido 9,158 millones de pesos en pérdidas entre marzo y abril por el acuerdo, cifra que podría escalar a 13,700 millones en mayo, según análisis de Caraiva y Asociados. Aunque controla el 80% del mercado, su endeudamiento récord (por encima de los 100 mil millones de dólares) limita su capacidad para sostener esta política.

¿Y las empresas extranjeras?

Marcas como Shell, Exxon y BP —que desde 2018 operan con permisos de importación— enfrentan un dilema: mantener precios bajos y reducir márgenes, o salir de un mercado donde Pemex sigue siendo el gigante. Datos de la Secretaría de Energía revelan que, aunque hay 1,800 estaciones privadas (37% del total), la mayoría vende combustible de Pemex por falta de infraestructura propia.

El pacto vence en agosto, pero el daño podría ser duradero. Para analistas como Ramsés Pech, el riesgo es una recentralización silenciosa del sector, donde Pemex recupere terreno no por eficiencia, sino por medidas administrativas. Mientras, consumidores y empresarios miran de reojo el termómetro internacional: un alza en el crudo podría descongelar los 24 pesos… y con ello, el frágil equilibrio.


¿Quieres profundizar en cómo estas políticas afectarán los precios a mediano plazo?
Suscríbete a AI Regula Solutions y recibe análisis exclusivos cada semana. La próxima movida en el tablero energético podría cambiar tus costos de transporte, y nosotros te la explicamos sin tecnicismos.

¿Te impactó esta información? Compártela y etiqueta a tu gasolinera de confianza: la transparencia empieza con ciudadanos informados.

Compartir Post:

Deja un comentario

Todos los campos son obligatorios *