Conoce los detalles de cómo BMW planea absorber los costos de las tarifas de 25% impuestas por el gobierno de Donald Trump, las implicaciones para el sector automotriz y la reacción de expertos que ponen en duda la viabilidad de que las automotrices muden su producción fuera de México.
BMW confirmó que absorberá los costos de los aranceles propuestos por el presidente Donald Trump para los autos fabricados en México que no cumplan con los requisitos de origen del T-MEC. De acuerdo con un reporte del Wall Street Journal, la firma automotriz alemana mantendrá este “blindaje” hasta al menos el próximo 1 de mayo, aunque directivos advirtieron que podrían “reevaluar la situación” si las condiciones comerciales continúan sin cambios.
La automotriz ya notificó a sus concesionarios en Estados Unidos que absorberá ese gasto para no afectar a los distribuidores ni a los clientes. Sin embargo, la compañía ha sido clara en señalar que si la situación se prolonga más allá de lo previsto, podría haber cambios en su estrategia de producción y precios.
El WSJ recordó que los modelos sedán Serie 3 y cupé Serie 2 representan 12 por ciento de las ventas de BMW en territorio estadounidense, una cifra nada despreciable para las finanzas de la empresa. Esta dependencia hace que la marca, al igual que otras, tenga que decidir si modifica la producción o asume costos para no perder competitividad frente a sus rivales.
Desde la Casa Blanca, el presidente estadounidense ha asegurado que su política arancelaria ya provocó que “se dejen de armar autos en México” y que algunas empresas “trajeran la manufactura de vuelta” a la Unión Americana. Aunque no ha ofrecido detalles concretos, sí ha subrayado que los aranceles sirven como un instrumento de presión en las negociaciones comerciales.
Garza destaca que el país cuenta con al menos 42 plantas y 13 marcas produciendo vehículos. En 2024, la industria mexicana se acercó a la fabricación de 4 millones de autos ligeros, de los cuales 3.4 millones fueron exportados. Llevar todo ese engranaje a Estados Unidos, explicó, es un proceso que puede llevar años, si no es que una década completa.
El tema de los aranceles no solo impacta a las armadoras; las cadenas de suministro de autopartes, servicios y logística también se ven sacudidas por cualquier cambio en las tarifas. Esto genera incertidumbre en el mercado y en los planes de inversión de las empresas, tanto nacionales como extranjeras.
¿Quieres saber más? Te recomendamos investigar en diversas fuentes, desde comunicados oficiales de las armadoras hasta analistas especializados. El futuro de la industria automotriz mexicana está en juego y, con él, miles de empleos y oportunidades de negocio.
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