¿Telmex en TV de paga? La polémica sacude al sector

Descubre cómo la regulación “por servicio” podría redefinir el panorama de las telecomunicaciones en México, abrirle la puerta a Telmex para competir en TV de paga y sacudir por completo la Ley Federal de Telecomunicaciones.

¿Telmex en TV de paga? La polémica sacude al sector

La más reciente jugada de Morena en el ajedrez de las telecomunicaciones promete encender la mecha de un debate que ya se veía venir: quieren cambiar por completo las reglas del juego y regular este sector por cada servicio —televisión de paga, telefonía celular, Internet móvil—, en lugar de seguir con la regulación “total” que trae de cabeza a los gigantes de la industria desde hace más de una década. Se dice fácil, pero el simple rumor de despedazar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) es suficiente para que las empresas afinen sus mejores estrategias de defensa.

La posible nueva norma busca que la autoridad antimonopólica de México analice a los gigantes del mercado servicio por servicio, con el fin de determinar si de veras son los preponderantes o si, más bien, ya no pintan tan dominantes como antes. En los pasillos del Congreso, se susurra que esta movida podría marcar un parteaguas para América Móvil (AMX), dueña de Telmex, Telcel y Telnor, que para muchos es la reina indiscutible de las telecomunicaciones en México, mientras que otros señalan que al menos en la parte de telefonía fija ya perdió musculatura. Nadie se pone de acuerdo y la polémica huele a largo rato de discusiones.

Por el lado de la televisión de pagaTelmex lleva años con las manos atadas para competir formalmente en ese ring, y si el nuevo marco legal aprueba que se revise el preponderantismo sólo en móvil o sólo en Internet, la empresa podría ver un hueco legal para colarse de lleno en el negocio de la TV restringida. Eso traería, por un lado, nuevas ofertas para el público que está hasta el copete de las mismas tres empresas de cable, pero, por el otro, generaría nerviosismo entre los competidores, que ahora le temen a un peso pesado con intenciones de amarrar tripleplay (telefonía, Internet y video). Se vienen sacudidas que no cualquiera soporta.

Al interior de Morena, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar pone sobre la mesa que el nuevo marco legal —una especie de Ley Federal Antimonopolio y de Competencia Económica— abriría la puerta a un análisis más detallado de cada segmento, y no de la industria en su conjunto. Según él, la meta es meter en cintura a cualquier empresa que abuse de su posición, pero sin frenar la competencia. Suena bonito, aunque las posturas de los demás partidos y de los propios empresarios van de la incredulidad al enojo. ¿Por qué? Porque se vienen ajustes de planes de inversión, un renovado escrutinio sobre la concentración de mercado y, de pilón, la extinción de la LFTR, que ha servido de brújula en telecoms durante casi diez años.

Hoy, América Móvil es considerada el agente económico preponderante porque se lleva de calle a la competencia en el ámbito de la telefonía celular y el Internet móvil, con más del 50% de usuarios, ingresos y tráfico. Pero si el pastel se reparte en rebanadas —Internet móvil, fija, telefonía, TV restringida— quizá su fortaleza no sea tan aplastante en ciertos rubros. Y entonces sí, Telmex podría librarse de esa etiqueta de preponderancia, o Telcel podría seguir cargando con el sambenito. Es un caos de supuestos que los abogados están rascando como si fuera una lotería.

Del lado opuesto, empresas rivales como AT&T, Telefónica Movistar, Televisa y Megacable dicen que, con la LFTR, pudieron arrebatarle un buen cacho de mercado a Telmex y Telcel. Incluso se aventuraron a mejorar servicios para comerse un pedazo del pastel de banda ancha fija y telefonía. Aunque eso sí, todavía acusan que cada vez que AMX estornuda, el sector entero se resfría, por su tamaño y alcance. Quien no esté contento con la nueva ley, se queja de que la regulación a trocitos podría —según ellos— volver a descontrolar al gran titán de las telecomunicaciones. Total, este pleito huele a largo.

La realidad es que nos tienen en ascuas. Al final del día, la promesa de una regulación más detallada y justa suena muy bien para quienes critican al monopolio, pero el fantasma de que Telmex entre con todo a la televisión de paga hace sudar frío a los demás jugadores. Lo único seguro es que, si la LFTR cae, se llevaría con ella diez años de reglas —polémicas o no— y toda una manera de entender el mercado de las telecomunicaciones mexicanas. Queda ver, ahora sí, si el gobierno se arriesga a romper el molde y reescribir la historia, o si todo esto se reduce a un amague para mover fichas en las negociaciones. A estas alturas, ya nada sorprende.

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