Airbnb en CDMX: ¿Solución económica o crisis habitacional?

Descubre cómo la nueva regulación de Airbnb en la Ciudad de México busca equilibrar el mercado de rentas temporales y solucionar la crisis de vivienda.

Airbnb en CDMX: ¿Solución económica o crisis habitacional?

En los últimos años, el fenómeno de las rentas temporales a través de plataformas como Airbnb ha transformado profundamente el panorama inmobiliario de la Ciudad de México. Si bien representa una oportunidad para muchos anfitriones, también ha desatado debates sobre su impacto en la crisis de vivienda, el precio del suelo y la "turistificación" de zonas populares como Roma, Condesa y el Centro Histórico.

La Ley de Turismo: ¿Un cambio real o un parche temporal?

La Ley de Turismo de la CDMX, implementada en 2024, establece límites de hasta 180 noches por año para las propiedades listadas en plataformas de renta temporal. Sin embargo, este tope parece estar lejos de solucionar el problema de fondo. Según Inside Airbnb, más del 37% de los anfitriones que exceden esta restricción administran múltiples propiedades, dejando claro que la legislación afecta principalmente a los grandes gestores y no tanto a los pequeños anfitriones.

Sandra Valenzuela, experta en urbanismo y fundadora de Alquimia Urbana, señala que los impuestos recaudados a través de Airbnb —cerca de 650 millones de pesos en siete años— son insuficientes para combatir la crisis de vivienda en la ciudad. Por ejemplo, esa cantidad apenas alcanzaría para construir cuatro conjuntos habitacionales con 158 departamentos cada uno, dejando mucho que desear en términos de impacto social.

La centralización del problema: Cuauhtémoc y la turistificación

Cuatro alcaldías concentran 85% de las propiedades en Airbnb: Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán. La primera, hogar de colonias icónicas como Roma y Condesa, añadió 354 nuevas propiedades al mercado de renta temporal solo en 2024. Estas áreas, preferidas por los nómadas digitales tras la pandemia, han visto un incremento sustancial en el costo de la vivienda. En plataformas como Inmuebles24, departamentos de 99 metros cuadrados en estas zonas alcanzan precios de alquiler de hasta 48,000 pesos mensuales.

La Coalición Internacional para el Hábitat (HIC-AL) advierte que este fenómeno no solo encarece la vivienda, sino que también desplaza a los residentes locales y refuerza desigualdades sociales. Mientras que los ingresos de Airbnb benefician a unos pocos, los efectos negativos recaen sobre las comunidades.

¿Es Airbnb la raíz del problema?

Aunque es fácil culpar a Airbnb por la crisis de vivienda, expertos como Carlos Valderrama, del despacho Legal Paradox, sugieren que el problema es más complejo. La falta de inversión en vivienda social, combinada con políticas urbanas insuficientes, ha permitido que plataformas como Airbnb exacerben una situación ya precaria.

El camino a seguir: Regulación más estricta y sostenibilidad

Para mitigar los efectos negativos, HIC-AL propone medidas como:

  1. Incrementar los impuestos sobre hospedaje para dirigir esos recursos a la construcción de vivienda social.
  2. Limitar aún más las propiedades que pueden listarse en plataformas de renta temporal.
  3. Crear incentivos para que los propietarios ofrezcan viviendas a largo plazo en lugar de rentas turísticas.

Sin embargo, estas soluciones deben ir acompañadas de un plan integral de desarrollo urbano que garantice la asequibilidad y accesibilidad de la vivienda en la CDMX.

Conclusión

La regulación de Airbnb en la Ciudad de México es un paso en la dirección correcta, pero está lejos de ser la solución definitiva. Mientras los grandes propietarios sigan dominando el mercado y las políticas urbanas no prioricen la vivienda social, la crisis habitacional persistirá. El futuro de la ciudad dependerá de un equilibrio entre la innovación tecnológica y las necesidades de sus habitantes.

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