El Gobierno de México presentó Olinia, una armadora de vehículos eléctricos con precios que arrancan en 90,000 pesos. Con una plataforma modular y componentes mayoritariamente mexicanos, pretende democratizar la electromovilidad. Conoce los planes, inversiones y plazos para ver estos miniautos rodando por las calles antes de 2030.
Ciudad de México, 06 de enero de 2025 – Como un rayo de esperanza para la electromovilidad en el país, el Gobierno de México presentó Olinia, una nueva armadora de autos eléctricos que presume tener precios entre los 90 mil y 150 mil pesos (desde 4,500 dólares). La idea, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, busca que más mexicanos se suban al tren de la movilidad limpia sin romper la alcancía.
Según Roberto Capuano, coordinador del proyecto, se fabricarán tres modelos: uno para uso personal (con miras a reemplazar las motocicletas por una opción más segura), otro de “movilidad de barrio” (perfecto para suplir a mototaxis) y uno para la “última milla” en entregas de mercancía. Así, si una persona quiere un auto compacto para moverse en la ciudad, podría optar por la versión básica de Olinia; y si alguien necesita un transporte más robusto, está el modelo de reparto.
¿Cómo harán para que no cueste un ojo de la cara? El proyecto recurre a una plataforma modular —tipo “patineta”— donde chasis, motor, batería y tren motriz se desarrollan una sola vez, y cambian solo las carrocerías. Esta idea, inspirada en ejemplos como Tesla o BYD, pretende darle a Olinia la libertad de construir varios modelos sin disparar costos. Además, gran parte de los componentes serían de fabricación mexicana, impulsando a la industria local.
Para que salga a la luz, se contemplan 25 millones de pesos de inversión inicial, un mix de fondos públicos y privados, y la colaboración del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Tecnológico Nacional de México. Entre los sitios candidatos a albergar la planta armadora, destacan Sonora y Puebla, pero no se descartan otras entidades que quieran sumarse a la competencia. El plan es que el primer vehículo esté listo para la inauguración del Mundial de Fútbol 2026en el Estadio Azteca, y que todos los modelos se comercialicen masivamente antes de que termine el sexenio, en 2030.
¿Será todo viento en popa? De acuerdo con Francisco Cabeza, presidente de la AMIVE (Asociación de Movilidad Eléctrica en México), levantar una planta automotriz desde cero puede requerir cientos de millones, hasta miles de millones de dólares. Sin embargo, la administración confía en que la escala de producción y el tipo de vehículos propuestos (miniautos) mantengan los costos a raya. Y si la jugada sale bien, Olinia podría erigirse como una alternativa real para quienes hoy compran mototaxis o motocicletas, pero desean seguridad y cero emisiones.
Claudia Sheinbaum explica que, con Olinia, México se suma de lleno a la carrera global de electrificación automotriz. La diferencia, añade, es que aquí se quiere un auto “verdaderamente accesible”, que no se quede como un lujo reservado a unos cuantos. En un mercado donde ya hay marcas chinas, europeas y estadounidenses vendiendo EV (vehículos eléctricos) a precios muy superiores, este proyecto nace para darle a la electromovilidad un rostro mexicano, popular y, según sus creadores, de calidad.
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