El Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) presume una "simplificación" de trámites, pero ¿realmente reduce cargas o solo junta papeles bajo un mismo nombre? Un análisis crítico desmenuza si estas acciones son un avance o un parche burocrático.
El Acuerdo de simplificación de trámites del INDAUTOR llega con bombo y platillo, prometiendo agilizar procesos para creadores, editoriales y titulares de derechos. Sin embargo, al desmenuzar su contenido, encontramos más cosmética que fondo. Aquí los puntos clave:
El INDAUTOR anuncia la fusión de trámites similares bajo una misma "homoclave". Por ejemplo:
Tres solicitudes de reserva de derechos (personajes, promociones y publicaciones) ahora son una sola con "modalidades".
Renovaciones, anotaciones marginales y copias certificadas se agrupan en otro trámite único.
El problema:
No hay reducción real de requisitos. Solo se cambia la estructura: en lugar de tres formatos distintos, ahora hay uno con tres opciones. El usuario sigue llenando los mismos campos, pero en un documento más largo.
Riesgo de errores. La homogenización puede llevar a confusiones, especialmente para usuarios no especializados. ¿Sabrá un artista independiente qué "modalidad" elegir?
El Acuerdo elimina algunos obstáculos, como:
Copias simples de documentos (excepto identificación oficial).
Escritos libres y cédulas de Hacienda para trámites ISBN/ISSN.
Pero:
Persisten requisitos redundantes. Por ejemplo, aún se exige acta constitutiva para personas morales, aunque ya está en el Registro Público. ¿Por qué no vincular bases de datos para evitarlo?
Digitalización a medias. El trámite de ISBN se realiza en línea, pero otros (como declaraciones de nulidad) siguen requiriendo firma autógrafa. ¿Dónde está la verdadera modernización?
El Acuerdo introduce formatos estandarizados para nulidades y cancelaciones. Suena bien, pero:
Son documentos rígidos que no contemplan casos atípicos. Por ejemplo, no hay espacio para argumentar nulidades por uso no comercial.
No se elimina el papel. Aunque hay avances, aún se exigen copias físicas en varios casos. En plena era digital, esto es un anacronismo.
El INDAUTOR no menciona integrar sistemas con otras dependencias (como Hacienda o el Registro Público). Esto hubiera sido un avance real:
Evitar que los usuarios presenten lo que ya está en registros públicos.
Automatizar validaciones, reduciendo tiempos y errores.
El INDAUTOR agrupa varios trámites bajo un mismo nombre, argumentando que esto reduce complejidad. Sin embargo, en la práctica, los requisitos siguen siendo los mismos, solo que ahora están empaquetados en categorías más amplias. Estos son los principales casos:
Trámites fusionados:
INDAUTOR-02-001-A (personajes ficticios/nombres artísticos).
INDAUTOR-02-001-B (promociones publicitarias).
INDAUTOR-02-001-C (publicaciones periódicas).
Nuevo nombre:
"Solicitud de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo" (Homoclave: INDAUTOR-02-001).
Modalidades:
A) Personajes, nombres artísticos o grupos.
B) Promociones publicitarias.
C) Publicaciones y difusiones periódicas.
¿Realmente se simplifica?
No. El usuario sigue presentando los mismos documentos, solo que ahora debe seleccionar una "modalidad" en lugar de elegir un trámite específico.
Trámites fusionados:
INDAUTOR-02-002 (renovación de plazos de protección).
INDAUTOR-02-004 (anotaciones marginales).
INDAUTOR-02-008 (copias certificadas).
Nuevo nombre:
"Solicitud de actuaciones en expedientes de Reserva de Derechos" (Homoclave: INDAUTOR-02-002).
Modalidades:
A) Renovación de certificado.
B) Anotación marginal.
C) Copias certificadas.
¿Realmente se simplifica?
No hay ahorro de requisitos. Cada modalidad exige documentación distinta, por lo que el usuario debe asegurarse de presentar lo correcto según su caso.
Trámites fusionados:
INDAUTOR-02-005-A (publicaciones/nombres artísticos).
INDAUTOR-02-005-B (personajes ficticios).
INDAUTOR-02-005-C (promociones publicitarias).
Nuevo nombre:
"Dictamen previo sobre procedencia de Reserva de Derechos" (Homoclave: INDAUTOR-02-005).
Modalidades:
A) Publicaciones o nombres artísticos.
B) Personajes.
C) Promociones.
¿Realmente se simplifica?
Sigue siendo el mismo proceso. Solo cambia que ahora el solicitante debe identificar su subtipo de trámite dentro de un formato más genérico.
El Acuerdo es un intento bienintencionado, pero se queda en maquillaje administrativo. Juntar trámites en una carpeta no es lo mismo que simplificarlos. Para ser una verdadera mejora, el INDAUTOR debería:
Digitalizar al 100%, eliminando requisitos físicos.
Integrar bases de datos para evitar documentos redundantes.
Consultar a usuarios reales (artistas, editores) antes de diseñar formatos.
Mientras tanto, esto parece más un "cambio de nombre para venderlo como nuevo" que una reforma transformadora.
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