¡IA sin control en México! Ciberdelincuentes llevan ventaja

Imagínate que, con un simple clic, cualquiera pueda clonar tu voz, tu firma o hasta la escritura de tu casa. No es un escenario de ciencia ficción, sino el panorama actual que están observando especialistas, quienes advierten que la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en la varita mágica de la ciberdelincuencia. Y México, sin una legislación clara, le está poniendo la alfombra roja a esos delitos digitales.

“¿Qué tan sencillo es falsificar un documento oficial, manipular tu identidad o meter mano en un video para hacerte decir algo que nunca pronunciaste? Lamentablemente, hoy es de lo más normal”, asegura José Luis González Torreblanca, maestro en Tecnología Educativa por la UPAEP. Según sus palabras, la penetración de la IA es tan veloz que, en apenas dos años, hemos visto cómo muchas personas se hacen pasar por expertos en clonación de voces o imágenes, complicando la labor de autoridades que no saben ni por dónde empezar.

A este problema se suma la falta de capacitación en las fiscalías estatales y la Policía Cibernética, que con poco personal y herramientas limitadas, se ven superadas por criminales que tienen al alcance programas de inteligencia artificial generativa. El exfiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, ya había reconocido este déficit, poniendo el dedo en la llaga: “si la ley no se pone las pilas, el terreno está listísimo para que los delincuentes hagan y deshagan a sus anchas”.

Por su parte, José Hernán Muriel Ciceri, doctor en Derecho por la Universidad de Konstanz e investigador del Tec de Monterrey, subraya que el Congreso de la Unión y los congresos locales deben echarse un clavado serio en esta materia. “La Constitución reclama que el Estado proteja la dignidad de las personas, y no hay dignidad cuando cualquiera puede robarte la cara, la voz o la firma digital sin consecuencia”, afirma. El académico sugiere inspirarse en el Reglamento de IA de la Unión Europea para proponer una ley que regule estos usos, desde lo más básico hasta lo más sofisticado.

¿Y qué se hace mientras llega la ley tan deseada? A decir de González Torreblanca, las dependencias de justicia deben robustecer sus métodos de investigación, entrenar a su personal en el uso de IA y, sobre todo, educar al ciudadano para que sea más cuidadoso con lo que comparte en redes sociales. Porque no basta tener candados digitales; también se necesitan candados legales que, por ahora, brillan por su ausencia.

Al final, la urgencia radica en que México, como potencia económica y social en la región, no puede quedarse de brazos cruzados ante una tecnología que avanza a la velocidad de la luz. “Con la IA, en un parpadeo, tienes más maravillas científicas y a la vez más armas criminales”, concluye González Torreblanca. El clamor es unánime: urge legislar, antes de que la IA se salga por completo del corral y nos deje sin modo de domarla.