Refinería Dos Bocas: Un elefante blanco que opera al 3% tras gastar 18,000 mdd

La refinería insignia de López Obrador, prometida como solución energética, es hoy un fiasco multimillonario. Revelamos cómo se quemó el dinero público.

Refinería Dos Bocas: Un elefante blanco que opera al 3% tras gastar 18,000 mdd

Prometió ser la joya energética de México. Hoy, la refinería Dos Bocas es un monstruo de acero que tragó 18,000 millones de dólares para producir apenas 4,000 barriles diarios de gasolina: el 3% de su capacidad. Un fracaso que huele a quemado, y no precisamente por el crudo.

Los números que el gobierno esconde

  • Presupuesto original: 8,000 mdd. Costo final: más de 18,000 mdd (¡más del doble!).

  • Producción actual de gasolina: 3% de lo prometido. En diésel: 30%.

  • Paralización de la planta eléctrica desde abril de 2025.

  • México sigue importando el 57% de sus combustibles, igual que en 2018.

Pemex y el gobierno culpan a la falta de ductos y plantas eléctricas, pero la pregunta es obvia: ¿En qué se gastaron 10,000 millones de dólares extra si ni siquiera hay infraestructura básica?

Promesas vs. Realidad: Un engaño a seis bandas

Andrés Manuel López Obrador vendió Dos Bocas como la solución para dejar de “arrodillarnos” ante EUA. Pero hoy:

  • Las 7 refinerías de Pemex juntas producen menos de la mitad de lo que consume el país.

  • Valero y Exxon son los verdaderos dueños del mercado mexicano de gasolina.

  • El proyecto generó 0 empleos sostenibles: solo contratos temporales y obras sin terminar.

¿Dónde quedó el dinero? Mientras funcionarios se escudan en tecnicismos, los sobrecostos equivalen a:

El circo de las excusas

Pemex asegura que en abril procesó 51,000 barriles diarios, pero omitió que:

  • Esa cifra incluye crudo, no solo combustibles terminados.

  • La planta eléctrica lleva 20 días parada, frenando toda operación.

  • La CFE y Conagua nunca terminaron las obras complementarias.

Es como construir un barco sin motor y luego quejarse de que no navega.

Este no es un simple error de cálculo: es despilfarro institucionalizado. Mientras México sigue comprando gasolina cara al extranjero, Dos Bocas se pudre como un símbolo de la opacidad gubernamental.

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La refinería Dos Bocas no es un proyecto fallido: es el monumento a la impunidad. Y cada centavo enterrado ahí debería avergonzar a quienes prometieron hacer “primero a los pobres”.

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