Sulzer reclama $528 mdp a PEMEX por 40 facturas vencidas (hasta 15 meses). Implicaciones en mantenimiento, caja y costo de capital tras el upgrade BB+.
Hecho del día y cifras. La proveedora suiza Sulzer exigió a PEMEX el pago de $528 millones de pesos correspondientes a 40 facturas vencidas, con atrasos de hasta 15 meses; el caso reaviva el tema de pasivos comerciales justo después del upgrade de Fitch a BB+ con perspectiva estable y del paquete de fondeo que incluyó eurobonos y dólares para recomprar ~US$9.9 mil millones y una inyección cercana a US$14 mil millones. El contraste es claro: mejora la métrica financiera externa, pero el riesgo operativo por cadena de pagos sigue siendo el talón de Aquiles.
La tensión de caja en proveedores críticos (bombas, sellos, equipos rotativos, servicios de overhaul) puede alargar paros o postergar ventanas de mantenimiento en refinerías y CPGs, elevando el riesgo de paradas no programadas y menor disponibilidad en hidrotratamiento/compresión. Aun con recompras de deuda y liquidez soberana, el “goteo” a la base de proveedores no es inmediato: la administración prometió límites a la antigüedad de facturas y acelerar pagos, pero el backlog sigue alto en la industria de servicios. Si no fluye capital de trabajo a contratistas, la capacidad efectiva en refinación y logística se resiente justo cuando la empresa busca estabilizar corridas y márgenes (incl. el ancla externa de Deer Park).
El BB+ de Fitch descansa en el apoyo explícito del soberano y en la operación de tender offers por ~US$9.9 mil millones para suavizar vencimientos 2026–2029, más la inyección ~US$14 mil millones anunciada por Hacienda. Esto baja el riesgo de refinanciamiento y mejora spreads en dólares/euros, pero no resuelve por sí mismo la morosidad con proveedores ni el flujo de caja operativo de corto plazo: los pasivos con terceros siguen entre las métricas vigiladas por la agencia y por el mercado. La lectura para bondholders: soberanización del riesgo y menor prima por evento financiero; para contratistas: el reto sigue siendo la cobranza.
Flujo a proveedores: evidencias de reducción en días de pago y liberación de facturas >90 días.
Nuevas licitaciones y adjudicaciones: ritmo y tamaño; cláusulas de pago y garantías exigidas.
Tender offers/settlement remanentes y cualquier señal adicional de apoyo fiscal o ajustes al calendario de vencimientos.
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