Descubre por qué la presidenta Claudia Sheinbaum cuestiona la permanencia de México en el T-MEC tras los nuevos aranceles de Donald Trump, y qué acciones concretas tomará su gobierno para defender la soberanía comercial.
La presidenta Claudia Sheinbaum dejó atónitos a muchos este martes al admitir que México podría plantearse salir del T-MEC si Estados Unidos no retira los controversiales aranceles del 25% que implementó contra las exportaciones nacionales. En su conferencia matutina, la mandataria fue más allá y aseguró que, “al imponer un 25 por ciento de aranceles, se está violentando por completo el tratado comercial”.
La jefa del Ejecutivo aclaró, no obstante, que la salida del T-MEC no es un escenario que desee ni que busque propiciar, pero que tampoco descarta si la administración de Donald Trump insiste en mantener su postura. Sheinbaum recordó que este acuerdo ha sido “un pilar esencial” para la economía mexicana, pues ha dinamizado exportaciones e inversiones. Sin embargo, el repentino salto de Washington a una política arancelaria agresiva “rompe con la esencia de un tratado que, en teoría, establece reglas para un comercio libre y justo”, enfatizó.
La mandataria anunció una serie de acciones que su gobierno tomó en el último mes para combatir el tráfico de fentanilo—principal reclamo de la Casa Blanca—, que van desde decomisos de toneladas de narcóticos hasta la detención de 29 de los llamados “generadores de violencia” que fueron entregados a Estados Unidos. Y aun así, lamentó, “esta decisión nos cae como balde de agua fría”. Sheinbaum recalcó que su administración no cierra la puerta al diálogo, y advirtió que habrá una llamada telefónica con Trump este jueves 6 de marzo para intentar desactivar el conflicto.
También dejó entrever que el domingo 9 de marzo presentará, ante la ciudadanía reunida en el Zócalo capitalino, medidas arancelarias y no arancelarias para proteger a la industria y a los trabajadores mexicanos. Al ser cuestionada sobre si, de llegar a un acuerdo con Trump, cancelaría esa asamblea pública, la presidenta aseguró que la convocatoria se mantiene: “La gente merece estar informada y ver cómo defendemos la soberanía económica. Esto no es un problema de un partido, sino de un país”.
Mientras tanto, el contexto financiero se mueve con nerviosismo. Analistas temen que la imposición de aranceles y la eventual salida de México del T-MEC —si llegara a concretarse— sacudirían la estabilidad del peso, el comercio bilateral y miles de cadenas de valor que ya han sufrido interrupciones por esta “nueva guerra comercial”. Sheinbaum, sin embargo, prefiere meter freno a los rumores y asegura que no desea romper el acuerdo trilateral, pero sí demandar un trato justo: “Si nos castigan con tarifas, están despreciando las cláusulas del T-MEC. Y si el T-MEC no sirve, entonces se queda en mero papel”.
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