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Descubre el rol del Observatorio Nacional de Mejora Regulatoria (ONMR) en la evaluación de las políticas públicas en México. Analizamos los avances, desafíos y críticas a la CONAMER, y cómo la llegada de Marcelo Ebrard a la Secretaría de Economía podría marcar un nuevo rumbo en la mejora regulatoria.
El Observatorio Nacional de Mejora Regulatoria (ONMR), creado como parte de la Estrategia Nacional de Mejora Regulatoria y alineado con la Ley General de Mejora Regulatoria (2018), tenía como misión inicial evaluar y monitorear las políticas públicas para mejorar la regulación a nivel federal, estatal y municipal. A través de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER), se esperaba que el ONMR fuera una herramienta fundamental para dar seguimiento al desempeño de las entidades gubernamentales y promover la simplificación de trámites y la transparencia. Sin embargo, a lo largo del sexenio, el desempeño del ONMR y, en general, de la CONAMER, ha quedado muy por debajo de las expectativas planteadas.
El ONMR se diseñó para evaluar la implementación de políticas regulatorias en tres ejes fundamentales:
En principio, esta labor de monitoreo permitiría emitir recomendaciones basadas en datos y promover una mayor transparencia en el gobierno, dando seguimiento a la correcta implementación de la Estrategia Nacional de Mejora Regulatoria. Sin embargo, el ONMR ha enfrentado una serie de limitaciones tanto en recursos como en coordinación interinstitucional, lo que ha afectado gravemente su efectividad.
Uno de los principales problemas ha sido el bajo perfil y limitado impacto del ONMR en este sexenio. A pesar de que en sus primeras evaluaciones destacó avances en estados como Yucatán, Querétaro y Puebla, muchos de los mecanismos para asegurar la rendición de cuentas y la transparencia siguen sin estar plenamente operativos.
Por otro lado, la CONAMER, que debería ser la entidad responsable de garantizar el correcto funcionamiento del ONMR, ha enfrentado duras críticas por su incapacidad para implementar de manera efectiva las políticas públicas de mejora regulatoria. En este sexenio, la CONAMER ha sido señalada por su falta de liderazgo en impulsar una verdadera modernización administrativa, limitándose a realizar labores administrativas sin un plan claro para enfrentar los retos estructurales del país.
Uno de los problemas más graves ha sido la desigualdad en la implementación de las políticas en diferentes estados y municipios. A pesar de que algunos estados han mostrado avances en la simplificación de trámites, otros han quedado rezagados, afectando la efectividad de la estrategia a nivel nacional.
El Observatorio Nacional de Mejora Regulatoria tenía la misión de monitorear y evaluar las políticas regulatorias en todo el país, pero se ha visto limitado en su capacidad de actuación. Aunque el Indicador Subnacional de Mejora Regulatoria (ISMR) mide el progreso en los estados y municipios, las evaluaciones han sido poco contundentes, y no se ha logrado una transparencia real en muchos de los procesos gubernamentales.
Además, la falta de un marco de incentivos que motive a las entidades federativas a cumplir con las regulaciones establecidas ha impedido una implementación homogénea de las políticas de mejora regulatoria. La falta de seguimientoy la ausencia de sanciones para aquellos estados que no cumplen con los objetivos de la Ley General de Mejora Regulatoria han debilitado el impacto de las evaluaciones del ONMR.
La Secretaría de Economía ha sido históricamente responsable de coordinar la mejora regulatoria en México, supervisando a la CONAMER y colaborando con el sector privado para asegurar un entorno regulatorio favorable. Sin embargo, en este sexenio, la Secretaría no ha logrado asumir un rol activo en la mejora regulatoria. En este contexto, la llegada de Marcelo Ebrard como nuevo Secretario de Economía es una oportunidad para revitalizar el papel de la dependencia en la promoción de políticas de mejora regulatoria, dado su estrecha relación con el sector privado y su experiencia en la gestión pública.
La CONAMER debería haber sido el motor impulsor de la mejora regulatoria, pero su liderazgo ha sido débil. A lo largo del sexenio, la comisión ha quedado rezagada en la implementación de herramientas clave como el CNARTyS y ha fallado en la coordinación interinstitucional, lo que ha generado disparidades en la calidad regulatoria entre estados.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) han sido fuerzas impulsoras de la mejora regulatoria en México. Ambos organismos han presionado al gobierno para que se implemente un marco normativo más favorable para la inversión y la simplificación de trámites. En varias ocasiones, la COPARMEX ha señalado la lentitud de la CONAMER para cumplir con los plazos y objetivos establecidos, exigiendo una mayor eficiencia en la digitalización de trámites y la reducción de la burocracia.
El nombramiento de Marcelo Ebrard como próximo Secretario de Economía abre una puerta para revitalizar la mejora regulatoria. Ebrard ha sido cercano al sector empresarial, y su enfoque en la inversión extranjera y la competitividad económica podría ser clave para que México recupere el impulso en sus políticas regulatorias. Se espera que Ebrard promueva una mayor colaboración público-privada, facilitando el uso de herramientas tecnológicas para simplificar trámites y promover un entorno regulatorio más transparente y accesible.
El Observatorio Nacional de Mejora Regulatoria y la CONAMER han dejado mucho que desear en términos de avances significativos en este sexenio. A pesar de algunos progresos a nivel estatal, la falta de coordinación y liderazgo ha limitado el impacto de las políticas de mejora regulatoria en México. La llegada de Marcelo Ebrard como Secretario de Economía brinda una oportunidad única para impulsar nuevamente estas políticas, pero será crucial que tanto la CONAMER como el ONMR recuperen su rol central en la transparencia y simplificación administrativa para asegurar que México se mantenga competitivo a nivel global.
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