Hermosillo rompe el molde: agua potable con energía solar

Hermosillo se convierte en el primer municipio del país en operar su sistema de agua potable con energía renovable del mercado eléctrico mayorista. Una transformación energética que ahorrará más de 30 millones de pesos al año y marca un antes y después en el servicio público.

Hermosillo rompe el molde: agua potable con energía solar

En un país donde los municipios padecen rezagos financieros y tarifas eléctricas elevadas, Hermosillo se atrevió a lo impensable: independizar su sistema de agua potable de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y conectarlo al mercado eléctrico mayorista. Y no con cualquier fuente, sino con energía solar certificada.

El 1 de agosto de 2025 marcará un hito en la historia energética de los gobiernos locales. Ese día, Agua de Hermosillo comenzó oficialmente a operar bajo un nuevo esquema de suministro renovable, avalado por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace). La electricidad proviene de Ric Energy México, a través de un contrato de suministro calificado, un mecanismo regulado que permite adquirir energía fuera del monopolio de la CFE.

¿Cómo funciona este modelo?

Desde 2016, con la reforma energética, empresas o entes públicos que consumen más de 1 MW pueden registrarse como “usuarios calificados” y comprar directamente energía a través de intermediarios autorizados llamados suministradores calificados.

Hermosillo no solo completó este proceso regulatorio —que ahora depende de la Comisión Nacional de Energía (CNE)— sino que también diseñó una estrategia de implementación escalonada. La primera infraestructura que se beneficia es el Acueducto Independencia, responsable de transportar miles de litros diarios a la ciudad. Se estima un ahorro de 2 millones de pesos mensuales en esta etapa inicial.

Posteriormente, se integrarán estaciones de rebombeo, pozos y otras instalaciones del organismo operador. Según estimaciones oficiales, el ahorro anual global será de al menos 30 millones de pesos, un alivio frente a los crecientes costos del bombeo eléctrico en zonas desérticas.

Un modelo replicable a nivel nacional

Lo destacable del caso de Hermosillo no es solo el ahorro. Es que demuestra que sí se puede implementar un modelo financiero, regulatorio y técnico desde un municipio que articula política pública con transición energética.

Según datos del Programa de Medición de Huella de Carbono Municipal, más del 50% del consumo eléctrico municipal en muchas ciudades proviene de los sistemas de agua potable y alcantarillado. Hermosillo está ahora un paso adelante.

Además, se convierte en el primer organismo operador municipal del país en estar activo en el mercado eléctrico mayorista. Otros municipios han obtenido su registro, pero no han logrado avanzar hasta la operación comercial. Aquí entra en juego la labor de la Agencia Municipal de Energía y Cambio Climático (Amecc), que acompañó a Agua de Hermosillo con asesoría técnica y administrativa durante más de cuatro años.

Implicaciones estratégicas y políticas

Este cambio tiene múltiples implicaciones:

  • Económicas: menos dependencia presupuestaria de subsidios eléctricos.

  • Ambientales: reducción de huella de carbono asociada al bombeo.

  • Políticas: afirma el papel de los gobiernos locales en la transición energética, justo cuando la discusión nacional gira en torno a soberanía y energías limpias.

En un contexto donde la CFE mantiene el control del 93% del suministro básico en México, Hermosillo desafía la narrativa centralizada y abre un precedente en plena coyuntura de transformación institucional del sector energético.

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