SAT e IA: la cacería fiscal que amenaza con medio billón

Descubre cómo la inteligencia artificial le dio nuevas armas al SAT, impulsando auditorías masivas y créditos fiscales que ya ascienden a más de medio billón de pesos, mientras crece la polémica por los miles de contribuyentes en disputa legal.

SAT e IA: la cacería fiscal que amenaza con medio billón

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) anda más filoso que nunca: se dio a la tarea de afinar sus auditorías con inteligencia artificial, con la meta de cobrar más de medio billón de pesos en impuestos que, según sus propios datos, diversos contribuyentes habrían evadido o eludido. Tras años de digitalizar documentos y fiscalizar comprobantes —iniciativa que empezó en la administración anterior y siguió en la de Andrés Manuel López Obrador—, ahora el fisco mexicano encontró un filón de información que, aliado con algoritmos, resulta letal para quien no lleve sus cuentas claras.

Según José Manuel Ramírez, socio de la firma Álvarez & Marsal Tax México, el SAT pasó varios años puliendo un sistema de auditoría "bastante sofisticado". Hoy, con la adición de la IA, puede oler a kilómetros cualquier anomalía en los registros electrónicos. Ahí es donde entran las alarmas: los grandes contribuyentes, que representan 40% de los créditos hacia las personas morales, podrían encontrarse en el ojo del huracán si no arreglan sus cuentas. Es un ataque frontal: “no hay fórmula mágica, el gobierno se puso rudo y se puso eficiente”.

El SAT no solo mira las grandes ligas. Aunque los corporativos son la presa principal, la cacería podría ampliarse a empresas medianas e incluso pequeñas, al calor de la IA y sus capacidades para detectar “puntos rojos”. Y aunque uno pudiera creer que la autoridad fiscal se limita a generar nuevos créditos, lo cierto es que 1.868 billones de pesos —casi una quinta parte del presupuesto total de 2025— están en controversia, es decir, no se pueden cobrar hasta que los tribunales o las instancias correspondientes decidan si la razón está del lado del fisco o del contribuyente.

La cifra de créditos controversiales se disparó a 191,452 en 2024, un aumento de más de 70,000 casos respecto a 2018. En este cruce de espadas, los contribuyentes se defienden: el marco legal les permite echar mano de amparos y otros recursos. Sin embargo, con un SAT que presume ahora de colmillos tecnológicos, la disputa se antoja descomunal. Y es que en el mundo de la recaudación, un bot con IA no se cansa, no negocia, no deja pasar nada por alto.

El mensaje del gobierno es contundente: la evasión no será tolerada, y por eso endurecieron la fiscalización. Pero a la par, queda en el aire la duda de hasta dónde llegará este brazo recaudatorio. ¿Apretará hasta dejar sin aliento a quienes ya enfrentan complicaciones financieras? ¿O encontrará un equilibrio que mantenga el clima de negocios estable? Por lo pronto, la instrucción es clara: mejor poner las cuentas en orden, o ese “medio billón” podría seguir creciendo a costa de quien no le eche ojo a su contabilidad.

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