laura.fernandez
Conoce los detalles del violento asalto en la plataforma Zaap Delta en Campeche, cómo la Marina ofrece apoyo a Pemex tras dos heridos de gravedad, y por qué Claudia Sheinbaum exige mayor transparencia sobre el incidente.
La plataforma petrolera Zaap Delta, situada en la Sonda de Campeche, fue escenario de un asalto digno de película: un grupo de “piratas” ingresó con armas, sometió al personal y causó heridas graves a dos trabajadores de Pemex, todo esto la noche del 14 de febrero. Según denuncias de Víctor Hernández Colunga, líder de la Sección 47 del sindicato petrolero, los delincuentes se habrían instalado por horas en la plataforma —parte estratégica del complejo Ku-Maloob-Zaap, responsable del 40% de la producción diaria de petróleo en México—, ignorando los llamados de auxilio que el personal lanzó.
Aunque no se han revelado los detalles sobre las pertenencias robadas, el saldo de este golpe deja un gran malestar y cuestiona la seguridad en alta mar. Dos trabajadores requirieron atención médica urgente por lesiones de consideración, mientras sus compañeros sufrieron golpes y despojos de objetos personales. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, reaccionó en su conferencia matutina indicando que la Secretaría de Marina ya está echando una mano en la vigilancia de las plataformas, y pidió a Pemex entregar más detalles sobre el siniestro.
“La Marina está apoyando a Pemex para cualquier asalto que ocurra en las plataformas,” declaró Sheinbaum, al tiempo que exigió a la petrolera abundar en la información. Para muchos, estos ataques no son novedad; en el Golfo de México crece la percepción de un “territorio sin ley”, donde grupos armados se acercan a embarcaciones y plataformas en busca de combustible, equipos de valor o hasta el efectivo de las tripulaciones. Algunos llaman a ello “piratería moderna”, y aunque suene exótico, en la práctica significa un grave riesgo para la gente que día con día sostiene la producción de crudo.
El Sindicato de Trabajadores Petroleros condenó con fuerza el suceso, diciendo que no se tolerarán más historias de terror en plataformas clave para la economía nacional. Y mientras Pemex se mantiene con un perfil discreto en la prensa, los trabajadores exigen protección inmediata. Con el tiempo, veremos si las promesas de la Marina y la empresa productiva del Estado bastan para blindar a quienes, en medio del mar, sostienen parte del motor económico del país.
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