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Concluye el subsidio de verano de la CFE: qué cambia desde esta factura y quiénes lo resentirán más

Desde hoy aplica el esquema invernal: no es “alza general”, es el fin del subsidio estacional. Claves para evitar DAC, estados más expuestos y cómo leer tu recibo.

Concluye el subsidio de verano de la CFE: qué cambia desde esta factura y quiénes lo resentirán más

No es que “suba la luz”, es que terminó el subsidio de verano. Desde hoy 1 de noviembre los hogares en zonas de altas temperaturas regresan al esquema tarifario habitual: el mismo consumo costará más que en los meses cálidos, y los excesos pueden empujar a DAC (alto consumo). El golpe se notará primero en los estados norteños y costeros que recibieron estímulo estacional.

Qué pasó hoy y a quién aplica. La CFE cerró el beneficio estacional que corre durante los seis meses consecutivos más cálidos de cada localidad. La fecha de corte fue el 31 de octubre y, a partir de hoy, la facturación doméstica vuelve a cuotas de invierno. La cobertura mediática nacional y regional lo refleja como “alza”, pero el cambio obedece al fin del estímulo. Los focos rojos están en nueve estados que año con año concentran la tarifa más sensible al calor: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Nayarit (la composición exacta por municipio depende de la tarifa 1A–1F aplicable en cada servicio).

Cómo se traduce en tu recibo. Si tu vivienda estuvo en 1D–1F durante el verano, notarás que los bloques de consumo subsidiados se reducen y las cuotas por kWh regresan a nivel invernal. Dos advertencias prácticas:

  1. Evita picos que sumen kilowatts fuera de los bloques básicos/intermedios: los excedentes se cobran a tarifa mayor.

  2. Monitorea tu promedio bimestral: si rebasas el umbral local, puedes migrar a DAC, donde no hay subsidio y el costo por kWh es sustancialmente más alto.

Doméstico vs. industrial/comercial. La narrativa pública suele mezclar segmentos, pero el ajuste de hoy es doméstico. Las empresas y grandes demandas tienen esquemas propios que ya muestran las cuotas de noviembre; para hogares, lo decisivo es saber en qué tarifa estás, cuál es tu umbral DAC y qué bloque de consumo ocupa la mayor parte de tu recibo.

Lo inmediato para no pagar de más (noviembre–diciembre).

  • Revisa tu tarifa (1A–1F) y tu umbral DAC en el último recibo o en el portal de CFE; confirma mes a mes tu promedio kWh.

  • Aplana cargas: programa aire acondicionado y calefactores, evita operar simultáneamente equipos de alta demanda.

  • Prioriza eficiencia en los aparatos que más pesan en invierno en el norte: calefactores de resistencia y refrigeración.

  • Guarda tu historial (fotos del recibo o PDF) para comparar contra diciembre–enero; cualquier salto inusual revisa medidor y sellos.

Por qué el discurso es “fin del subsidio” y no “tarifazo”. La propia CFE define el verano con base en observaciones termométricas: al concluir ese periodo, cesa el apoyo federal y vuelven las cuotas ordinarias. En paralelo, gobiernos estatales suelen gestionar ampliaciones o clasificaciones 1F, pero no sustituyen el calendario nacional. El mensaje útil para los hogares es controlar consumo y umbrales más que buscar culpables: la diferencia entre una factura manejable y una dolorosa suele ser 100–200 kWh en climas extremos.

Qué viene en tu siguiente ciclo. Entre noviembre y abril verás el efecto completo del retorno a invierno. Si tu hogar está cerca del límite DAC, conviene medir semanalmente (lecturas propias) para no cruzar el umbral por un par de días de uso intensivo. Si ya entraste a DAC, prioriza correcciones de hábito y, de ser posible, aislamiento térmico básico; volver a tarifa doméstica regular requiere promedios por debajo del umbral durante el periodo de evaluación.

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