Un vistazo al 2024, un año que marcó un antes y un después para la mejora regulatoria en México. Desde trámites digitalizados que ahorran horas hasta historias de ciudadanos que por fin vieron resultados sin tanto rollo. Este artículo no solo resume los avances, sino que muestra cómo estamos transformando las filas eternas en soluciones rápidas y accesibles. ¿Qué significa esto para ti? Más tiempo para lo que de verdad importa.
Ya estamos terminando el mes de noviembre de 2024, y el año parece que nos trajo de todo: logros que celebrar, problemas que resolver, y, claro, esa eterna sensación de que hay cosas que aún pueden mejorar. Pero, sin tanto rollo, lo cierto es que este año marcó un parteaguas en la mejora regulatoria en México. ¿Por qué? Porque se empezó a mover algo que llevaba décadas atrapado en el pantano de la burocracia: los trámites dejaron de ser una pesadilla (bueno, al menos en muchos municipios).
Hablar de mejora regulatoria puede sonar como algo técnico, como si estuvieras leyendo un manual de políticas públicas. Pero no, esta historia tiene todo que ver contigo, conmigo y con millones de mexicanos que alguna vez hemos tenido que formarnos en una fila para un papel que, al final del día, parece no servir de mucho. Esos trámites que parecen eternos y que nos hacen suspirar de frustración. Pues resulta que, este año, muchos de ellos dieron un giro de 180 grados.
Por ejemplo, antes digitalizar un trámite en México era casi como cambiar de cocina de gas a una eléctrica: el cambio costaba, dolía, pero los beneficios eran enormes. Ahora, municipios como Querétaro y Mineral de la Reforma nos demostraron que no solo es posible, sino que funciona. Un ejemplo que llama la atención es cómo lograron reducir el tiempo promedio para una licencia de funcionamiento de semanas a apenas dos días. ¿Dos días? En un país donde “vuelva mañana” es casi un lema nacional, esto sí que es un avance enorme.
Pero ojo, no todo fue miel sobre hojuelas. La telaraña de la burocracia mexicana sigue siendo difícil de desenredar. Hay municipios rurales donde la palabra “digitalización” todavía suena más a un sueño que a una realidad. Y es que, seamos sinceros, no es lo mismo implementar una plataforma digital en Monterrey que en un municipio pequeño donde apenas hay acceso a internet.
Aun así, los números cuentan una historia positiva. Según datos de CONAMER, más del 65% de los municipios grandes ya han implementado plataformas para trámites clave. Y no solo eso, la satisfacción ciudadana también dio un salto: de un promedio de 50% en 2020 a más del 75% este año. ¿Te imaginas lo que significa eso para la gente? Menos filas, menos vueltas, menos estrés.
La verdad es que estos avances no llegaron solos. Detrás de cada trámite más rápido y eficiente hay servidores públicos que decidieron salir de su zona de confort y realizar su chamba, plataformas tecnológicas que se diseñaron a la medida y ciudadanos que, poco a poco, han aprendido a confiar en un sistema que, aunque imperfecto, está mejorando.
Y ya que estamos en confianza, veamos esto con un poco más de perspectiva. ¿Por qué debería importarnos tanto la mejora regulatoria? Porque al final del día, cada trámite que se simplifica es tiempo que ganamos todos: tiempo para trabajar, para estar con la familia o, simplemente, para no perderlo en cosas innecesarias.
La implementación tecnológica en la mejora regulatoria no ocurrió de la noche a la mañana. Fue el resultado de un proceso bien planeado que combinó tres pilares esenciales: infraestructura digital, capacitación del personal y colaboración con empresas tecnológicas.
Infraestructura Digital: La base del cambio
Capacitación del Personal: Los verdaderos agentes del cambio
Colaboración Público-Privada: Tecnología a la medida
La digitalización llegó para quedarse. Aunque el camino no está exento de retos, lo que hemos logrado en 2024 demuestra que México tiene la capacidad de adaptarse a los tiempos modernos. Ahora, el verdadero desafío será mantener el impulso, cerrar las brechas de desigualdad tecnológica y, sobre todo, no perder de vista que detrás de cada trámite digitalizado hay una persona ganando tiempo, tranquilidad y confianza.
Todos los campos son obligatorios *