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Un panorama objetivo sobre cómo plataformas digitales y redes sociales están cambiando el ecosistema comunicativo en México, los desafíos regulatorios que esto implica y la importancia de considerar la salud mental de la población.
La creciente presencia de plataformas digitales y redes sociales está transformando la forma en que las y los mexicanos acceden a información, se comunican e incluso defienden sus derechos como consumidores. En el Parlamento Abierto “El impacto de las plataformas digitales en la sociedad mexicana”, convocado por el diputado Sergio Mayer Bretón (Morena), diversos funcionarios y especialistas se reunieron para debatir los retos que conlleva la regulación de estos medios.
Según lo expuesto por Oscar Alberto Díaz Martínez, titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales del IFT, la convergencia de distintos medios en la Internet ha reconfigurado el consumo de entretenimiento y noticias.
Estas cifras evidencian un cambio de hábitos: hoy en día, la red es como un océano donde confluyen todo tipo de contenidos y usuarios, facilitando la creación de comunidades y la rápida difusión de mensajes.
A pesar de este crecimiento, Díaz Martínez subrayó que tanto el IFT como la Secretaría de Gobernación tienen limitaciones en sus atribuciones, enfocadas sobre todo a medios tradicionales. Regular plataformas como redes sociales y servicios de video bajo demanda requiere un marco legal más robusto. El reto es equilibrar la libertad de expresión con la protección de audiencias infantiles y adultas.
Por su parte, Fabiola Alicia Peña Ahumada, gerente regional para México y Centroamérica de la Asociación Latinoamericana de Internet, señaló que hoy las personas son proconsumidoras: productoras y consumidoras de contenido a la vez. Las plataformas se rigen por normas comunitarias desarrolladas con aportaciones de la sociedad civil y organismos especializados en derechos humanos.
El director de Estrategias y Procesos de la Conasama, Víctor Oswaldo Orozco Estrada, detalló que la tecnología y los avances en Telemedicina y Telepsicología han ayudado a llegar a zonas alejadas. Sin embargo, consideró fundamental unir esfuerzos para no satanizar las plataformas, sino definir pautas claras que incentiven su uso responsable y resguarden la salud mental.
En palabras de Rafael Regla, jefe de Asuntos Internacionales de la Profeco, el salto a la economía digital trae también nuevos riesgos de prácticas fraudulentas, subrayando la necesidad de adoptar directrices internacionales en la legislación mexicana.
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