Menchaca avanza en Hidalgo: inversión crece, pero huachicol persiste

Pachuca, Hgo., 10 de enero de 2025 – Al cierre de sus primeros dos años de gobierno, Julio Menchaca ha logrado avances que a más de uno sorprenden. De acuerdo con reportes oficiales, el Plan Estatal de Desarrollo (PED) registra un cumplimiento superior al 40%, con inversiones que dan un empujón a la economía local. Sin embargo, algunos dicen que en esa agua turbia del “vaso medio lleno o medio vacío” todavía flotan temas críticos como la pobreza y el trasiego de huachicol, cuyos tentáculos amenazan con manchar los logros alcanzados.

La vocación del gobierno estatal, alineada con las macro obras federales y un presupuesto que bordea los 63 mil millones de pesos —más otros 7 mil millones gestionados por la bancada de Morena—, se refleja en un crecimiento de cadenas productivas y en la llegada de nuevos capitales. Por si fuera poco, la cercanía con el gobierno de la Ciudad de México y el Estado de México ha abierto oportunidades de comercio y logística que benefician a la entidad.

Lo cierto es que, pese a los reflectores, el huachicol sigue siendo una preocupación mayúscula para la administración de Menchaca. El robo de combustible continúa enquistado en varios municipios, por lo que se esperan acciones más enérgicas en 2025. La seguridad, dicen las autoridades, no puede quedar rezagada si se aspira a mantener la estabilidad que atrae empresas como Mercado Libre.

El equipo cercano al gobernador también le atribuye su fuerte presencia pública al buen posicionamiento de Menchaca entre los mandatarios mejor evaluados del país. Pero este voto de confianza se ancla en la expectativa ciudadana: esperan que la proximidad y la transparencia en el ejercicio de la política se traduzcan en políticas públicas que, sí o sí, reduzcan la brecha de la desigualdad en uno de los estados con mayor rezago social.

Fuentes del Congreso local señalan que el aumento del salario mínimo y la concentración de proyectos de inversión podrían ser el parteaguas para lograr abatir la pobreza. En esto, la consigna es clara: la Rutas de la Transformación deberán plasmarse en la vida diaria de la gente, no solo en los planes burocráticos.

En lo digital, la apuesta está en la simplificación de trámites y la profundización de un Estado Digital, que busca agilidad y reducción de la corrupción al momento de hacer gestiones. Tradicionalmente, Hidalgo se caracterizó por la lentitud burocrática; hoy, la administración ve en la tecnología un aliado para ahorrar tiempo y dolor de cabeza a los ciudadanos.

Con un ojo en la economía y otro en la justicia social, el gobierno de Julio Menchaca encara su tercer año de gestión. Es innegable que hay avances palpables, pero la deuda con los sectores más vulnerables permanece latente. El desafío para 2025 será dar ese salto cualitativo que consolide el bienestar, al tiempo que acaba con las viejas lacras del trasiego de combustible. Entre luces y sombras, Hidalgo se encamina a cerrar una década de cambios profundos que, de concretarse, podrían convertirla en uno de los nuevos polos de desarrollo en el centro del país.