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El Gobierno de México ha declarado Zona de Monumentos Históricos en Zacatecas, una medida clave para preservar su riqueza cultural. Descubre qué implica esta regulación, cómo afecta a empresarios, ciudadanos y turistas, y cuáles son los retos y beneficios de proteger este patrimonio.
Zacatecas es una ciudad minera fundada en 1546 tras el descubrimiento de ricos yacimientos de plata. Ubicada en un valle estrecho, su traza urbana irregular se adaptó a la topografía, lo que le otorga un paisaje urbano único. La Catedral de Zacatecas, construida entre 1730 y 1760, destaca por su impresionante fachada barroca labrada en cantera rosa.
Además de su riqueza arquitectónica, Zacatecas fue escenario de acontecimientos clave en la historia de México, como la Guerra de Independencia y la Revolución Mexicana. Su Centro Histórico fue reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1993 y forma parte del Camino Real de Tierra Adentro desde 2010.
A pesar de su importancia, Zacatecas era la única ciudad mexicana en la Lista de Patrimonio Mundial sin una declaratoria federal de Zona de Monumentos Históricos. Esto dejaba vulnerable su patrimonio ante el desarrollo urbano descontrolado, construcciones modernas fuera de contexto y obras públicas inadecuadas.
La Secretaría de Cultura y el INAH impulsaron la declaratoria con el objetivo de:
Con un perímetro protegido de aproximadamente 105 hectáreas, la declaratoria garantizará una tutela más sólida sobre la integridad del conjunto histórico. Bajo este régimen, cualquier obra mayor dentro de la zona deberá someterse a autorización del INAH.
Los beneficios incluyen:
La declaratoria fortalecerá la industria turística y cultural, generando empleos y dinamizando la economía local. Un centro histórico bien conservado atraerá más visitantes, beneficiando hoteles, restaurantes y comercios.
No obstante, algunos comerciantes podrían enfrentar costos de adecuación, como la modificación de anuncios publicitarios o el cumplimiento de normas arquitectónicas más estrictas. A largo plazo, estos ajustes contribuirán a la plusvalía de la zona.
La declaratoria se basa en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Una vez emitido el decreto, el INAH tendrá autoridad sobre la zona, exigiendo autorización para cualquier intervención.
El marco legal también articula normativas municipales y compromisos internacionales con la UNESCO, asegurando una protección integral del patrimonio.
El decreto ha generado opiniones divididas. Algunos sectores apoyan la protección del patrimonio, mientras que otros consideran que podría limitar el desarrollo urbano y económico. Entre los principales desafíos destacan:
Experiencias en ciudades como Guanajuato, Oaxaca y San Miguel de Allende muestran que las declaratorias pueden impulsar el turismo y la inversión en restauración. Sin embargo, también requieren planes de manejo efectivos y políticas para evitar la gentrificación o el abandono de inmuebles.
La declaratoria de Zona de Monumentos Históricos en Zacatecas es un paso fundamental para la protección de su riqueza cultural. Si se implementa correctamente, permitirá consolidar a la ciudad como un referente en turismo patrimonial y desarrollo urbano sustentable.
El éxito dependerá de la coordinación entre sectores, la gestión eficiente de los recursos y la integración de la comunidad en la preservación de su patrimonio. Con un enfoque equilibrado, Zacatecas puede convertirse en un modelo de conservación y desarrollo cultural en México.
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