maria.lopez
Descubre cómo Claudia Sheinbaum planea responder a los aranceles del 25% que Donald Trump impuso a las exportaciones mexicanas y por qué la presidenta afirma que no hay justificación para esta ofensiva comercial.
La presidenta Claudia Sheinbaum levantó la voz este martes para calificar como “injustificados” los nuevos aranceles que anunció el presidente estadounidense Donald Trump contra México y Canadá, a la vez que advirtió sobre un contraataque que será revelado este domingo 9 de marzo en el Zócalo capitalino. Con un semblante firme, aseguró que no hay “motivo, razón ni justificación” para lo que considera un golpe comercial unilateral.
La mandataria enfatizó que durante el mes de gracia que Trump concedió —del 3 de febrero al 3 de marzo—, Méxicointensificó la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de fentanilo, acciones que, en su opinión, deberían haber servido para frenar las presiones arancelarias. Mencionó, por ejemplo, la detención de casi 14 mil personas vinculadas al crimen organizado y el decomiso de miles de armas, la mayoría provinientes de Estados Unidos. Sin embargo, la Casa Blanca emitió un comunicado “ofensivo y difamatorio” donde confirma la imposición del 25% de aranceles a las exportaciones mexicanas, en lo que Sheinbaum tachó de “decisión unilateral” al margen de los acuerdos del T-MEC.
La presidenta dejó en claro que su administración responderá con medidas arancelarias y no arancelarias, cuyas particularidades serán desveladas en la asamblea informativa del fin de semana. Aun así, subrayó que no pretende escalar el conflicto y buscará la vía diplomática para evitar que estas tensiones dañen aún más las cadenas de suministro y la economía de ambos países. “A un arancel le sigue otro, y con ello todos perdemos”, deslizó con aire preocupado, recordando la importancia de la interdependencia manufacturera entre México y Estados Unidos.
Sheinbaum también enfocó baterías en el “problema de salud pública profunda” que enfrenta el país vecino con los opioides, especialmente el fentanilo. A su juicio, Estados Unidos debe asumir su parte de responsabilidad, reforzando controles en sus puertos y castigando a los cárteles que operan en su propio territorio. “Cooperación sí, intervención no”, recalcó ante la prensa, convocando a la unidad nacional para “defender la soberanía mexicana”.
El panorama luce enrarecido, pues los aranceles a las exportaciones mexicanas se activaron formalmente a partir de este martes, con un impacto incierto sobre el tipo de cambio y la confianza de los inversionistas. Por ahora, todo apunta a que la respuesta mexicana se convertirá en un capítulo decisivo para medir la temperatura en la relación binacional y ver si este desencuentro comercial podrá enmendarse o si, por el contrario, terminará por detonar una guerra de tarifas de consecuencias imprevisibles.
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