2 horas atrás
6 mins lectura

México reduce 73 % los envíos de crudo a Cuba: qué hay detrás del frenazo y cómo reacomoda la logística petrolera en el Golfo

En los primeros 10 meses de 2025, Cuba redujo en 73 % sus importaciones de petróleo desde México, mientras enfrenta apagones y menor abasto de combustibles desde Venezuela. Analizamos qué está pasando con los flujos México–Cuba, cómo impacta en la logística de hidrocarburos, en la estrategia de Pemex y en las cadenas de suministro del Golfo de México.

México reduce 73 % los envíos de crudo a Cuba: qué hay detrás del frenazo y cómo reacomoda la logística petrolera en el Golfo

Cuba está viviendo uno de sus episodios más delicados de escasez energética en los últimos años: apagones prolongados, plantas fuera de servicio y una presión social creciente. En ese contexto, un dato llama la atención en el frente petrolero: las importaciones de crudo y combustibles desde México cayeron alrededor de 73 % en los primeros diez meses de 2025, según datos de comercio y reportes internos citados por agencias internacionales.

Mientras que en 2024 México se convirtió en uno de los principales salvavidas energéticos de La Habana —con volúmenes promedio del orden de 20 mil barriles diarios de crudo y varios miles de barriles de refinados—, en 2025 el flujo se ha reducido drásticamente. Cuba, que también recibe cargamentos de Venezuela y en menor medida de Rusia, ve cómo su canasta de suministros externos se contrae 35 % en términos agregados, justo cuando su parque termoeléctrico envejecido y dañado por fenómenos climáticos exige más combustible para sostener la generación.

La paradoja es evidente: Cuba importa menos combustible de sus aliados justo cuando más lo necesita. Y una parte clave de esa ecuación pasa por México y por la capacidad de Pemex para sostener su rol como proveedor.

De salvavidas a suministro restringido: cómo cambiaron los flujos México–Cuba

En 2023 y 2024, la narrativa dominante era otra. México había decidido retomar y escalar envíos de crudo y gasolinas a Cuba, primero presentados como “apoyos” y más tarde registrados como ventas formales en reportes regulatorios. Documentos presentados ante la SEC y reportes de la propia Pemex muestran que:

  • En 2023, los embarques comenzaron de forma sostenida a mitad de año, con promedios cercanos a 16–17 mil barriles diarios de crudo.

  • En 2024, el volumen subió a alrededor de 20 mil barriles diarios de crudo, más unos cuantos miles de productos, llegando a representar cerca de 3 % de las exportaciones totales de crudo de Pemex.

  • En el arranque de 2025, algunos reportes apuntaban a que México había roto récord trimestral de envíos, con promedios cercanos a 19–20 mil barriles diarios.

Ese patrón cambió de golpe. Entre enero y octubre de 2025, la isla habría recibido en promedio unos 5 mil barriles diarios de origen mexicano, es decir, poco más de una cuarta parte del volumen que llegó a manejar en el pico de la relación petrolera reciente.

Las razones son múltiples y se cruzan en varios niveles:

  • Restricciones de producción y exportación de Pemex, que ha tenido que priorizar suministro a refinerías domésticas y compromisos con otros clientes.

  • Limitaciones financieras de Cuba, con menos margen para pagar cargamentos al contado en un contexto de sanciones y restricciones bancarias.

  • Sensibilidad política y de cumplimiento internacional, dado que ciertos buques vinculados a la ruta Cuba han aparecido en listas de sanciones estadounidenses.

El resultado es que la “línea de vida” que México tendió hacia Cuba en 2023–2024 se ha vuelto mucho más delgada en 2025, añadiendo presión a un sistema eléctrico cubano que ya operaba al filo de su capacidad.

Logística en el Golfo: qué pasa con barcos, terminales y crudos de exportación

El recorte de 73 % no sólo es una cifra política; implica un reacomodo logístico tangible en el Golfo de México:

  1. Menos rotación de buques específicos
    Embarcaciones que hicieron ruta recurrente entre puertos mexicanos —como Pajaritos o Dos Bocas— y terminales cubanas ahora registran menos viajes o periodos más largos entre cargas. Eso libera slots en terminales, pero también reduce ingresos de navieras vinculadas a esa ruta.

  2. Reasignación del crudo exportable
    El crudo que ya no se dirige a Cuba puede:

    • redirigirse a otros compradores en el Atlántico,

    • emplearse internamente en refinerías mexicanas,

    • o, en escenarios de menor producción, simplemente formar parte de una oferta exportable más acotada.

  3. Impacto en la mezcla de crudos para el Caribe
    Cuba ha combinado crudos mexicanos, venezolanos y cargamentos puntuales de otros orígenes para alimentar tanto refinerías como plantas de generación con fuel oil. La reducción de México obliga a recomponer esa mezcla, probablemente con mayor dependencia de fuel oil venezolano cuando está disponible, o buscar opciones más caras en el mercado spot.

Desde la óptica de cadenas de suministro, esto afecta no sólo a La Habana: cualquier operador con exposición a logística en el Caribe y el Golfo debe leer este movimiento como una señal de volatilidad estructural en los flujos regionales de crudo y combustibles.

Impactos para Pemex, para Cuba y para los mercados del Caribe

Para Pemex, el recorte tiene dos caras:

  • Por un lado, reduce los ingresos asociados a un cliente políticamente sensible, pero relativamente pequeño en el contexto global de sus exportaciones.

  • Por otro, libera cierta flexibilidad en un momento en que la empresa estatal enfrenta presiones combinadas de producción, compromisos internos de refinación y necesidades de caja.

Para Cuba, el impacto es mucho más incisivo:

  • Pierde un proveedor que, en 2023–2024, ayudó a amortiguar cortes de suministro desde Venezuela.

  • Se ve obligada a racionar más el combustible para generación y transporte, lo que se traduce en apagones de más horas y regiones enteras con pocas ventanas diarias de electricidad.

En el plano regional:

  • El recorte expone la fragilidad del esquema de abastecimiento energético del Caribe, altamente dependiente de pocos proveedores estatales en situación financiera complicada (Pemex, PDVSA) y con limitada capacidad de maniobra frente a sanciones y restricciones de crédito.

  • Envía una señal a traders, bancos y grandes consumidores: el “riesgo Cuba” ya no es sólo político, sino también operativo y logístico, con potenciales efectos de contagio en puertos, aseguradoras y financiamientos asociados a rutas específicas.

Qué deberían vigilar traders, refinadores e industrias intensivas en energía

Desde una lógica de IA Regulatoria y análisis de riesgo operativo, hay al menos cuatro variables que los actores del sector deberían seguir de cerca:

  1. Evolución trimestral de exportaciones mexicanas a Cuba
    Confirmar si el promedio de 5 mil barriles diarios se mantiene, cae aún más o se recupera en 2026. Esto requiere cruzar reportes de Pemex, datos aduanales y bases de comercio internacional.

  2. Capacidad real de Pemex para sostener exportaciones “políticas”
    A medida que la empresa intenta estabilizar su producción, sanear finanzas y maximizar el valor de cada barril, el espacio para ventas en condiciones especiales a aliados geopolíticos se va estrechando.

  3. Respuesta de terceros proveedores
    Observar si Rusia u otros países llenan el hueco dejado por México y Venezuela, o si el mercado spot asume ese rol con precios más altos y condiciones de pago más exigentes.

  4. Reacciones regulatorias y de sanciones
    Analizar si futuras sanciones o ajustes regulatorios en Estados Unidos o Europa afectan barcos, compañías o intermediarios ligados a la ruta México–Cuba–Venezuela, elevando el costo de asegurar y financiar estos flujos.

Para las empresas mexicanas con exposición al negocio de servicios, logística, bunkering, seguros o financiamiento vinculado a estos cargamentos, este no es un dato lejano: es un indicador temprano de stress en una cadena que pasa por puertos, astilleros, aseguradoras y bancos con sede en México y en otros países del Golfo.


Compartir Post:

Deja un comentario

Todos los campos son obligatorios *