Pemex exportó 500,203 bd en agosto (-32% a/a), con mayor carga en refinerías y producción de 1.64 mbd. Qué significa para el balance de crudo, la mezcla Maya y la caja operativa.
El dato que abre la conversación es seco y contundente: 500,203 barriles diarios de crudo exportados en agosto, una caída interanual de 32%. Detrás de ese número hay un reacomodo interno. Las siete refinerías corrieron poco más de 1.05 millones de barriles diarios en el mes, con lo que una mayor proporción del crudo quedó en casa. La producción de crudo y condensados se mantuvo en 1.64 millones de barriles diarios, estable contra meses recientes pero por debajo del mismo periodo del año pasado, mostrando la tensión entre campos en declive y presupuesto de inversión.
El cambio en el destino del barril se refleja en la balanza de refinados. Las importaciones de petrolíferos —gasolinas y diésel, principalmente— bajaron a 457,849 barriles diarios, un 19% menos que en julio y 38% menor que en agosto del año previo. Al mismo tiempo, la producción propia de petrolíferos alcanzó 1.07 millones de barriles diarios, 4% arriba año contra año, aunque ligeramente por debajo de 1.09 millones de julio. En otras palabras, Pemex exportó menos crudo y consiguió más molécula para refinar, reduciendo la dependencia inmediata de importaciones, pero sin resolver de fondo las limitaciones de proceso de un sistema diseñado para una mezcla medianas-ligeras que no siempre coincide con la realidad Maya —pesada y ácida—.
El ajuste también conversa con la calidad del barril. Exportar menos Maya en un mes con mayor carga de refinerías locales modera la oferta de crudos pesados en el Golfo, pero no garantiza márgenes robustos si las plantas no maximizan cortes valiosos con hidrotratamiento e hidrocraqueo suficientes. La dificultad para procesar de forma sostenida crudo pesado —por cuellos en hidrógeno, catalizadores y paros programados— limita el salto de autonomía que implicaría una sustitución más agresiva de importados.
En el horizonte cercano, el perfil exportador seguiría a la baja: la proyección interna ubica 487,900 barriles diarios en promedio para el próximo año, con un escalón adicional hacia 393,100 barriles diarios en la próxima década. Ese descenso luce coherente con la intención de privilegiar la refinación doméstica, pero pone a prueba la caja. Menos exportaciones quitan ingreso inmediato en dólares y obligan a que la operación de refinerías sea, por disciplina y eficiencia, capaz de sostener flujo y evitar pérdidas cuando el diferencial de mercado no acompaña.
La restricción presupuestaria y la deuda creciente cierran la pinza. Con capex focalizado y opex vigilado, la estrategia realista pasa por cuidar declinaciones en activos maduros, amarrar confiabilidad en plantas y dosificar crudo hacia configuraciones que entreguen rendimientos netos positivos —aun si el banner público es la autosuficiencia—. Si el costo de mantener unidades críticas supera el beneficio de bajar importaciones, el sistema vuelve a abrir la válvula de compras externas; si las plantas entregan, la balanza se sostiene con más producción propia de gasolinas y diésel y menos exposición a shocks externos.
La meta gubernamental de 1.8 millones de barriles diarios de producción sigue siendo la referencia política. Para alcanzarla sin deteriorar la rentabilidad, Pemex necesita estabilidad en campo, menor frecuencia de paros en refinación y una logística afinada entre patios, terminales y ductos que reduzca pérdidas y demoras. Un mes no hace tendencia, pero agosto deja una fotografía clara: menos barriles al exterior, más carga a refinerías y una balanza de petrolíferos que respira por producción nacional. El resto del año dirá si fue un ajuste táctico o el nuevo modo de operación.
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¿Cuánto cayeron las exportaciones de crudo en agosto?
Se ubicaron en 500,203 bd, una baja de 32% interanual.
¿Qué pasó con la carga a refinerías?
Las siete refinerías procesaron algo más de 1.05 mbd, por encima del mes previo.
¿Cuál fue la producción de crudo y condensados?
1.64 mbd en agosto, similar a meses recientes pero inferior al mismo mes del año pasado.
¿Cómo se movió la balanza de petrolíferos?
Las importaciones bajaron a 457,849 bd (-19% m/m; -38% a/a) y la producción propia fue de 1.07 mbd (+4% a/a), ligeramente por debajo de julio (1.09 mbd).
¿Qué se espera para 2026 y la década?
Un perfil exportador más bajo: alrededor de 487,900 bd el próximo año y ~393,100 bd hacia la próxima década, si la política de privilegiar refinación se mantiene.
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