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IMP y AMH2 aceleran el hidrógeno verde para industria pesada en México

IMP y AMH2 aceleran el hidrógeno verde para industria pesada en México

El IMP y la AMH2 activan una agenda conjunta para producir, almacenar y usar hidrógeno en refinerías, cemento y generación. Hoja de ruta, hubs y financiamiento.

El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Transición Energética (AMH2) han comenzado a trazar una colaboración que, si aterriza en proyectos concretos, puede acelerar la producción, el almacenamiento y los usos industriales del hidrógeno en México. La ventana de oportunidad: convertir la demanda cautiva de refinerías, cementeras y generación térmica en el primer gran mercado del H₂ limpio hecho en México.

¿Qué hay realmente detrás del acercamiento IMP–AMH2?

No es un intercambio más en la agenda de la transición. El IMP aporta laboratorios, ingeniería de proceso y capacidad de pruebas piloto en tecnologías de hidrógeno (del azul al verde), además de conocimiento aplicado en refinerías y cadenas gas-hidrógeno. La AMH2, por su parte, opera como plataforma de política industrial y “market making”: mapea proyectos, articula offtakers y empuja financiamiento e incentivos. Juntos, pueden pasar de discursos a proyectos con contratos y cronograma, que es donde tropiezan la mayoría de iniciativas.

Dónde está México hoy (y por qué falta un empujón de coordinación)

México ya tiene una cartera diversa de proyectos de hidrógeno: producción “verde” vinculada a solar y eólica, amoníaco para fertilizantes y blending con gas natural en ciclos combinados. Las empresas públicas exploran sustituir el hidrógeno gris en refinerías y ensayar mezclas en turbogeneración. Pero aún falta una columna vertebral institucional que alinee estándares, permisos, infraestructura y garantías de demanda para cruzar del piloto al despliegue comercial a escala.

Lo nuevo: 10 acuerdos concretos IMP–AMH2 para ejecutar en 12–24 meses

1) Tres hubs con sentido industrial

  • Noroeste (Sonora–Baja California): producción solar + amoníaco para agro e e-fuels portuarios.
  • Istmo–Sureste (Oax/Ver/Camp/Yuc): H₂ para refinerías y CCGT con blending; logística de amoníaco en puertos.
  • Bajío–Noreste: manufactura de componentes (electrolizadores tipo PEM/ALK balance-of-plant, tanques, compresores) y adopción en procesos térmicos de autopartes, vidrio y alimentos.

2) Primera “Ronda de Offtake”
Estructurar compras a 10–15 años con refinerías, cementeras y parques industriales; precio indexado a electricidad renovable y mecanismo de ajuste por certificados de H₂ limpio.

3) Programa de sustitución de H₂ gris en refinerías
Roadmap por complejos: auditoría de demanda, sitio para electrólisis, contrato de potencia renovable y esquema EPC+O&M con garantías de desempeño.

4) Pilotos de blending en ciclos combinados
Tres emplazamientos con metas crecientes de mezcla (5–10–20%) y estandarización de seguridad, operación y medición para su escalamiento.

5) Norma técnica de seguridad y certificación
Mesa IMP–AMH2–academia–reguladores para un estándar nacional de H₂ (pureza, garantías de origen, trazabilidad), interoperable con mercados de Norteamérica.

6) Banco de pruebas (test bed) de almacenamiento
Ensayos en cavernas salinas y tanques criogénicos; validación de boil-off, permeación y protocolos de emergencia.

7) Programa Talento H₂
Vincular al IMP con universidades tecnológicas (por ejemplo, Tecámac) y politécnicos para formar técnicos en operación de electrólisis, mantenimiento de turbomáquinas compatibles con H₂, seguridad de procesos y certificación.

8) Compras públicas tempranas (first movers)
Convocar a empresas estatales y gobiernos estatales para flotas piloto de movilidad pesada (autobuses urbanos, logística de último kilómetro en corredores industriales).

9) Ventanilla de financiamiento mixto
Estructuras blended: garantías BID/IFC/NAFIN, bonos vinculados a sostenibilidad y contratos por diferencia (CfD) para cerrar la brecha entre H₂ limpio y combustibles fósiles en los primeros cinco años.

10) Indicadores trimestrales y tablero público
KPIs: USD/MWh contratados para electrólisis, USD/kg H₂ en puerta de planta, factor de capacidad renovable, toneladas de H₂ limpio entregadas, emisiones evitadas y empleos técnicos creados.

Usos industriales pesados: dónde empezar mañana

  • Refinerías: sustitución de H₂ gris en hidrodesulfuración, con contratos de potencia renovable dedicada para bajar el costo nivelado del H₂ (LCOH).
  • Cemento: H₂ como vector en hornos para elevar sustitución de combustibles y reducir CO₂ de proceso; fase 1 con co-combustión y control fino de llama.
  • Acero: pruebas de inyección de H₂ en altos hornos y preparación de ruta DRI-H₂ para nueva capacidad; el objetivo es capturar contratos de exportación de hierro briqueteado caliente (HBI) de bajo carbono.
  • Generación eléctrica: blending en CCGT existentes y adquisición de turbinas “H₂-ready” en nuevas ampliaciones, con métricas de confiabilidad y factor de calor.

Regulación y certidumbre: el puente entre piloto y escala

La colaboración debe sincronizarse con la Hoja de Ruta/Plan Nacional de Hidrógeno Renovable en elaboración. Prioridades regulatorias:

  1. Reconocimiento de certificaciones y garantías de origen;
  2. Protocolo único de seguridad para producción, almacenamiento y transporte;
  3. Reglas de interconexión eléctrica para cargas flexibles de electrólisis;
  4. Permisos expeditos para terminales de amoníaco y power-to-X.

La economía del proyecto: cuándo cierra la brecha

El costo del H₂ limpio depende del precio de la electricidad renovable, del factor de capacidad y del costo de capital. Con PPAs solares/eólicos competitivos, utilización ≥70% de electrolizadores y financiamiento con garantías públicas, el gap frente a combustibles fósiles se reduce y se vuelve bancable con offtake y/o CfD. El primer objetivo realista: descarbonizar demanda cautiva (refinerías y cemento), donde el valor del CO₂ evitado y los criterios ESG ya impactan la cuenta de resultados.

Qué significa para la audiencia industrial: guía rápida de adopción (6 pasos)

  1. Diagnóstico energético y de proceso: perfil de demanda térmica/hoja de balance de H₂.
  2. Abasto renovable: PPA físico o virtual, o autoproducción en sitio (“isla H₂”).
  3. Tecnología y escala: elección de electrolizador (PEM/ALK), almacenamiento y BOP.
  4. Contrato de suministro: precio, indexaciones, garantías, penalizaciones y respaldo.
  5. Permisos y seguridad: paquete integral de seguridad de procesos y respuesta a emergencias.
  6. KPIs y MRV: sistema de medición, reporte y verificación de emisiones (auditable para finanzas sostenibles).
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