Los costos de baterías industriales bajan a 65 USD/MWh, haciendo viable la energía solar despachable y acelerando la transición energética global.
La industria energética vive un punto de inflexión: el costo de las baterías a escala industrial ha caído a niveles que permiten que la energía solar sea despachable y competitiva en cualquier momento del día. Con precios promedio de 125 USD/kWh para sistemas completos y un costo nivelado de almacenamiento (LCOS) cercano a 65 USD/MWh, el paradigma energético cambia radicalmente.
Este ajuste responde a factores clave: mayor eficiencia tecnológica, vida útil prolongada, menores costos de financiamiento y modelos de ingresos más claros, impulsados por subastas internacionales. El resultado es contundente: almacenar energía solar para cubrir la demanda nocturna añade apenas 33 USD/MWh al costo total, situando la electricidad solar con almacenamiento en torno a 76 USD/MWh, cifra que compite con fuentes fósiles en mercados emergentes.
La caída en costos redefine la planeación eléctrica. Países con alta radiación solar y demanda creciente pueden garantizar suministro continuo sin depender de generación térmica. Esto no solo reduce emisiones, sino que fortalece la seguridad energética y la resiliencia del sistema eléctrico.
Para México, el escenario abre oportunidades estratégicas: integrar almacenamiento en proyectos fotovoltaicos, optimizar la operación del Sistema Eléctrico Nacional y cumplir metas de transición energética sin comprometer la confiabilidad.
Aunque el costo ya es competitivo, persisten retos regulatorios: definir estándares técnicos, esquemas tarifarios y mecanismos de financiamiento que incentiven la adopción masiva. Aquí es donde la inteligencia artificial aplicada a la regulación se convierte en un habilitador crítico.
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