El margen de reserva supera 12% y el Gobierno anuncia inversiones históricas en generación y transmisión. ¿Qué implica para la industria?
El CENACE reportó que el margen de reserva operativo en el Sistema Interconectado Nacional superó el 12% en promedio durante 2025, un alivio frente a la estrechez del año anterior. Este respiro coincide con el anuncio del Plan 2025–2030, que contempla 29,000 MW adicionales y una inversión total de 624,618 millones de pesos para reforzar generación, transmisión y distribución. El discurso oficial es claro: garantizar confiabilidad para el nearshoring y la llegada de centros de datos. La pregunta es si el calendario alcanzará.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Presidencia detallaron 275 nuevas líneas y 524 obras en subestaciones, con una bolsa específica de 8,177 millones de dólares. El objetivo: reducir congestiones, habilitar renovables y atacar los cuellos que encarecen la energía en nodos críticos. Se trata de más de 6,000 km de líneas nuevas, clave para corredores industriales y regiones con alta demanda.
De los 29,000 MW anunciados, una parte significativa provendrá de ciclos combinados, hidroeléctricas modernizadas y renovables con baterías. El plan incluye 15,759 MW limpios y de almacenamiento hacia 2030, además de proyectos de cogeneración con Pemex para optimizar el uso de gas en nodos petroleros. La magnitud impresiona; la ejecución decidirá si se materializa.
El margen nacional >12% es una buena noticia, pero no garantiza estabilidad regional. Los picos de demanda en el norte y occidente pueden estrecharse en horas críticas. Con 624,618 mdp sobre la mesa y 29,000 MW prometidos, la ventana para capitalizar el nearshoring está abierta, pero no para siempre. Si los plazos se resbalan, el costo será alto: precios marginales elevados, restricciones y oportunidades perdidas.
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