Iberdrola regresa con fuerza al mercado mexicano con dos plantas fotovoltaicas en Coahuila y Guanajuato que suman 535 MW de capacidad.
Iberdrola ha dado un paso decisivo para reposicionarse en el mercado energético mexicano con el desarrollo de dos plantas fotovoltaicas que suman 535 megawatts (MW), a través de su filial Green Park Energy. Los proyectos, ubicados en Coahuila y Guanajuato, marcan un giro estratégico tras años de desinversión y tensiones regulatorias, y confirman que la compañía española ve en México un destino clave para la transición energética.
El primero de los desarrollos, en Saltillo, Coahuila, contempla una capacidad de 415 MW y ya cuenta con autorización para el cambio de uso de suelo, lo que permitirá iniciar obras que incluyen subestaciones, líneas de transmisión y sistemas de control. El segundo proyecto, en San Diego de la Unión, Guanajuato, sumará 120 MW con más de 240 mil módulos solares, inversores de última generación y almacenamiento para mejorar la estabilidad de la red.
Ambas iniciativas se alinean con la tendencia global de electrificación y con la estrategia nacional para incrementar la participación de energías limpias en la matriz eléctrica. Además, representan una señal de confianza en la nueva política energética, que busca combinar inversión privada bajo reglas claras con el fortalecimiento del sistema eléctrico nacional.
El regreso de Iberdrola ocurre en un contexto de nearshoring y crecimiento industrial que exige energía limpia, confiable y competitiva. Estos proyectos no solo aportarán capacidad renovable, sino que impulsarán empleo local, cadenas de suministro y transferencia tecnológica, consolidando a México como un polo atractivo para la inversión en generación solar. Con esta apuesta, la compañía reafirma su papel como actor relevante en la descarbonización del país y en la integración energética de Norteamérica.
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