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Trion: el verdadero camino a 'first oil' — licitaciones pendientes, cuello EPC submarino y ventana operativa 2026–2029

Radiografiamos qué falta para que Trion llegue a “first oil”: licitaciones de árbol submarino y umbilicales, ventana de fabricación, logística de tendido e integración FPSO, riesgos de cadena de suministro y un cronograma realista 2026–2029.

Trion: el verdadero camino a 'first oil' — licitaciones pendientes, cuello EPC submarino y ventana operativa 2026–2029

El desarrollo de Trion entra a su fase más sensible: la que ya no depende de anuncios, sino de acero, plazos de taller y ventanas climáticas. Para aterrizar un “first oil” creíble, el camino pasa por asegurar tres paquetes críticos: equipos submarinos (árboles, manifolds, umbilicales y controles), integración del FPSO con su tren de proceso, y la campaña de instalación —riser, flowlines, pre-comissioning y hook-up— con espacio realista en los calendarios de flota.

El cuello de botella no es un papel. Es la capacidad global para fabricar umbilicales y árboles con especificaciones de presión y corrosión alineadas al fluido de Trion, más la disponibilidad de embarcaciones de tendido que en los últimos dos años han migrado a proyectos del Atlántico Sur y al Mediterráneo oriental. La ventana de fabricación suele estirarse entre 12 y 18 meses para umbilicales complejos y hasta 24 meses para series de árboles cuando coinciden múltiples desarrollos. Ese reloj corre en paralelo al acondicionamiento del FPSO —compresores, tren de separación, sistemas de gas combustible y antorcha—, donde la integración fina y las pruebas FAT en módulos críticos suelen marcar la diferencia entre un arranque terso y meses de retraso.

La logística en campo suma otra capa. Un “string” de flowlines no se despliega en abstracto: requiere pronósticos meteorológicos, marea operativa y compatibilidades estrictas entre tensiones admisibles del tubo y la carta de mar. En el Golfo, los huecos de buen tiempo se concentran en ventanas de semanas, no de meses. Cualquier re-trabajo por ovalización, soldadura fuera de tolerancia o limpieza insuficiente en pre-comissioning puede comer la temporada. Por eso, la ingeniería de instalación debe cerrarse con antelación suficiente para reservar flota y cuadrillas, y no al revés.

Con todo lo anterior, la secuencia verosímil apunta a un hito de pre-comissioning y hook-up que cruce dos temporadas: una para tendidos principales y otra para amarre e integración final con el FPSO. Si la ruta de abastecimiento para umbilicales/árboles se confirma sin resbalones y el astillero mantiene cadencias, Trion puede posicionarse en el rango 2028 para un ramp-up progresivo. La clave, más que la fecha exacta de “first oil”, será asegurar que el tren de gas asociado —compresión, consumo de planta y eventual inyección— esté listo, porque ahí se juega la estabilidad de la curva inicial de producción.

Para el país, Trion no sólo suma barriles: ancla aprendizaje local en integración submarina, operación de FPSO y gerenciamiento de cadena de suministro offshore. Para Pemex, representa la oportunidad de diversificar riesgos de declinación en campos maduros y reforzar su portafolio con un activo de clase mundial que conversa con la reconfiguración logística de exportación. Si algo define el éxito, será la ejecución quirúrgica de los paquetes submarinos y la disciplina para blindar calendario, contingencias y calidad desde el taller hasta el amarre final.

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