El Gas LP se ubica entre 18 y 23 pesos por kilo en México. Consulta los precios más bajos y más altos por estado y su impacto en el mercado energético.
El Gas LP, insumo esencial para más del 70% de los hogares mexicanos, registró ajustes relevantes en su precio para la semana del 16 al 22 de noviembre de 2025, según la lista publicada por la Comisión Nacional de Energía (CNE). Las tarifas oscilan entre 18 y 23 pesos por kilogramo, mientras que por litro se ubican entre 10 y 12 pesos, dependiendo de la región.
Las zonas con menor costo se concentran en el sur del país. Tapachula, Chiapas, lidera con $18.98 por kilogramo y $10.20 por litro, seguida por Puebla y Coquimatlán, Colima, donde los precios se mantienen por debajo de los $20 por kilo. En contraste, Mulegé, Baja California Sur, se posiciona como la región más cara, con $23.04 por kilogramo y $12.44 por litro, reflejando los costos logísticos y la distancia a los centros de distribución.
En la Ciudad de México y el Estado de México, el precio se mantiene estable en $19.64 por kilogramo y $10.61 por litro, sin variaciones respecto a la semana anterior. Para las zonas metropolitanas, Guadalajara reporta $19.93 por kilo, mientras que Monterrey se ubica en $19.86 por kilo, ambos dentro del rango promedio nacional.
Estos ajustes no son solo cifras. Reflejan la dinámica de un mercado regulado que enfrenta presiones por costos logísticos, volatilidad internacional y retos de distribución. La CNE busca garantizar transparencia y estabilidad, pero el comportamiento regional evidencia la necesidad de fortalecer la infraestructura y la trazabilidad en la cadena de suministro, especialmente en zonas con alta dispersión geográfica.
Para los consumidores, el impacto es inmediato en el gasto familiar. Para el sector energético, la señal es clara: la regulación debe evolucionar hacia esquemas que integren monitoreo digital, control de riesgos y modelos predictivos, evitando prácticas especulativas y asegurando disponibilidad.
La variación en precios plantea preguntas sobre la eficiencia del sistema y la capacidad para anticipar riesgos. Con la entrada en vigor de nuevas normas de reporte y trazabilidad en 2026, el sector deberá adoptar tecnologías inteligentes y modelos de IA que permitan proyectar escenarios, optimizar rutas y reducir costos operativos.
El Gas LP sigue siendo un termómetro de la política energética nacional. Y su regulación, más que un ajuste semanal, es una oportunidad para modernizar la cadena de valor y garantizar cumplimiento sin fricción.
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