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Gasolineras: fin de la bandera blanca; operar con marca será obligatorio

El Reglamento de la Ley del Sector Hidrocarburos obliga a todas las estaciones a operar con una marca registrada. Qué cambia, cómo migrar y qué implica para contratos, calidad y trazabilidad.

Gasolineras: fin de la bandera blanca; operar con marca será obligatorio

La lona lisa de muchas estaciones —esa que alguna vez presumió independencia— tendrá que ceder su lugar a un nombre y a un manual de marca. Con la nueva versión del Reglamento de la Ley del Sector Hidrocarburos, publicada el 3 de octubre, todas las gasolineras del país deberán vender bajo una marca comercial registrada; desaparece, en los hechos, la figura de la “bandera blanca”. La premisa oficial: mayor trazabilidad, control en la cadena y combate al contrabando y al combustible adulterado.

Qué cambia (y desde cuándo)

El artículo 137 del Reglamento establece que los permisionarios de expendio al público “deben expender productos con una marca comercial previamente registrada conforme a la normatividad que emita la Comisión y a los términos y condiciones del permiso”. En términos prácticos:

  • Ninguna estación podrá operar sin afiliarse a una marca (propia o de un tercero) registrada.

  • La imagen comercial deja de ser opcional; se convierte en condición de operación.

  • El tránsito a este esquema se hará vía permisos y términos que ya reconocen la marca como elemento verificable.

(Entrada en vigor a partir de la publicación en DOF del 3 de octubre de 2025).

Por qué lo hace el regulador

El cambio se argumenta en la necesidad de cerrar brechas de trazabilidad: con una marca visible y registrada es más fácil auditar procedencia, calidad, logística y responsables a lo largo del suministro. La herramienta adicional en camino: marcadores químicos para verificar autenticidad de combustibles, con facultades para que la autoridad emita disposiciones que regulen su uso operativo.

Una anécdota recurrente en dueños de estaciones resume el problema: “cuando todos venden ‘gasolina’ sin apellido, el consumidor no sabe a quién exigir”. El nuevo marco obliga a poner nombre y apellido al producto que se ofrece en la bomba.

¿Quién debe moverse primero?

1) Estaciones de “bandera blanca”

  • Definir estrategia de marca: adoptar una marca existente (contrato de uso/licencia) o crear una propia (registro marcario, manual, estándares de imagen).

  • Actualizar el permiso y términos comerciales con su proveedor de petrolíferos para alinear especificaciones, aditivos, estándares de calidad y responsabilidades de marca.

  • Plan de despliegue: calendario de rotulación, uniformes, señalética, surtidores y soportes digitales.

2) Redes y marcas existentes

  • Homologar contratos con permisionarios para asegurar que la marca registrada coincida con lo expuesto en sitio y con los aditivos realmente utilizados.

  • Compliance operativo: articular evidencias de calidad (laboratorio), trazabilidad de lotes y manual de respuesta ante quejas de marca.

3) Distribuidores / comercializadores

  • Cláusulas de formulación y aditivación: descripción de producto por marca, especificaciones NOM y bitácora de aditivos.

  • Trazabilidad logística: correspondencia entre terminal–transporte–tanque con etiqueta de marca.

Oportunidades y retos para el mercado

Ventajas

  • Diferenciación real por propuesta de valor (limpieza, aditivos, servicio, garantía).

  • Confianza del consumidor mediante estándares de marca auditables.

  • Detección expedita de combustibles irregulares: el eslabón responsable se identifica más rápido.

Riesgos / Costos

  • CAPEX de migración (imagen, surtidores, papelería, uniformes, señalética).

  • Litigios por uso de marca, licencias o co-branding mal instrumentado.

  • Sanciones si la marca en sitio no coincide con lo declarado en permiso/contratos.

Checklist de ejecución para permisionarios

  1. Marca: elegir/adoptar y registrar (propia o licencia) con manual de uso.

  2. Contratos: actualizar con comercializadores para especificar producto por marca (aditivos, octanaje, fichas de seguridad).

  3. Permiso: solicitar/ajustar términos y evidencias de imagen acorde a la marca registrada.

  4. Calidad: calendarizar muestreos de laboratorio y bitácoras de recepción por marca.

  5. Comunicación: plan de transición con clientes y autoridades (incluida modificación de facturación y CFDI si aplica).

  6. Auditoría interna: fotografía legal de uso marcario (contratos, licencias, vigencia, alcances territoriales).

¿Y el consumidor?

Más claridad y responsabilidad: una marca que promete un estándar y que puede ser verificada por autoridades y consumidores. En un mercado donde la confianza se construye día a día, saber a quién exigir hace toda la diferencia.

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